Con la llegada del invierno y la quita de subsidios, las facturas de gas sufrirán fuertes aumentos para la mayoría de los usuarios residenciales. Según estimaciones oficiales, los incrementos acumulados desde diciembre rondarán el 1.400% para los segmentos de ingresos medios y bajos.

De esta manera, los hogares catalogados en el nivel 3 (ingresos medios) afrontarán a partir de este mes boletas promedio cercanas a los $40.000 mensuales. Una cifra que representa un alza del 1.420% en relación al cierre de 2023, profundizando aún más el impacto en los presupuestos familiares.

La situación no será muy diferente para los usuarios de menores recursos (nivel 2). Si bien gozan de bonificaciones contempladas en la segmentación tarifaria, las proyecciones indican que deberán abonar en promedio $35.308, un 1.475% más que a fines del año pasado.

En cuanto a los hogares de mayores ingresos (nivel 1), las estimaciones oficiales ubican el aumento promedio en torno al 922%, con una factura mensual proyectada de $49.551.

Estos fuertes incrementos, que se suman a los ya aplicados en los primeros meses del año, obedecen al cumplimiento de la hoja de ruta acordada con el FMI para reducir los onerosos subsidios energéticos. De acuerdo a los últimos reportes del organismo, el objetivo es achicar esta partida en al menos 0,7 puntos del PBI durante 2024.

«Ya se habrían recortado 0,5 puntos del PBI en subsidios, y restan otros 0,2 puntos para cumplir con la meta anual», precisaron los analistas consultados. En consecuencia, no se descartarían nuevos ajustes a las tarifas residenciales a partir de agosto.

En el ínterin, los usuarios deberán hacer frente a boletas ampliamente superiores, castigando especialmente los consumos más elevados propios de la temporada invernal. Una realidad que, sin dudas, tensionará las finanzas de millones de hogares en el corto plazo.