Álvaro Delgado emergió como el vencedor indiscutido en las elecciones internas del gobernante Partido Nacional de Uruguay. Con cerca del 75% de los votos escrutados, el ex secretario de Presidencia arrasó imponiendo su liderazgo sobre los aspirantes Laura Raffo y Jorge Gandini.

«A este blanco le toca ser abanderado, pero sabe que lo más importante siempre es la bandera», expresó Delgado ante la militancia partidaria reunida en la sede nacional. En un mensaje que hizo eco de la necesidad de unidad, el flamante candidato oficialista llamó a todos los sectores a cerrar filas en pos de «continuar con las transformaciones» impulsadas por el gobierno saliente de Luis Lacalle Pou.

Entre los principales anuncios, Delgado dio a conocer que la ex sindicalista Valeria Ripoll integrará la fórmula presidencial como compañera de nómina. «Su valentía y defensa de las causas sociales» fueron algunos de los méritos esgrimidos. Asimismo, confirmó que Lacalle Pou encabezará las listas al Senado, dando así un respaldo de peso a la continuidad del actual proyecto de gobierno.

«Tenemos claro que no queremos que Uruguay retroceda», enfatizó Delgado al delinear los ejes que guiarán su plataforma electoral: empleo, primera infancia, erradicación de los asentamientos precarios y la profundización de reformas estructurales. Un programa que, según auguró, encontrará eco en muchos uruguayos que hoy ven con «esperanza» la posibilidad de una nueva administración nacionalista.

Por su parte, la derrotada Laura Raffo hizo un llamado a la «unidad partidaria» para que todos estén en el «mismo barco» de cara a los venideros comicios presidenciales y el casi seguro balotaje de noviembre. Un camino que, con Delgado al frente, el Partido Nacional transitará con la firme convicción de retener las riendas del poder ejecutivo.