En una acción coordinada a nivel regional, Estados Unidos busca desarticular las organizaciones delictivas que controlan y facilitan las rutas migratorias irregulares hacia su territorio. El secretario de Estado Antony Blinken anunció medidas punitivas contra quienes promuevan estos flujos ilegales, en una cumbre migratoria celebrada en Guatemala.

«Aplicaremos una nueva política de restricción de visas contra personas que, a sabiendas, brinden transporte a quienes pretendan migrar irregularmente a EE.UU., incluidos los vuelos chárter que llegan a Nicaragua», advirtió Blinken ante representantes de una veintena de países latinoamericanos.

Washington también destinará 578 millones de dólares en ayuda humanitaria para atender las necesidades apremiantes de los migrantes y las comunidades que los acogen. Un esfuerzo que busca desalentar el tránsito irregular ante la creciente afluencia, especialmente de venezolanos que cruzan la peligrosa selva del Darién.

Blinken hizo un llamado a tomar acciones contundentes contra los grupos del crimen organizado que han formado alianzas para lucrar con el tráfico de personas. «Es casi imposible llegar a la frontera de EE.UU. sin pasar por las manos de los carteles», denunció Blas Nuñez-Neto, subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración.

La ofensiva busca cortar las rutas terrestres, marítimas e incluso aéreas facilitadas por el régimen nicaragüense, que ha flexibilizado la entrada de migrantes asiáticos y africanos vía vuelos chárter para evadir el Darién.

En un contexto de creciente tensión migratoria de cara a las elecciones estadounidenses, Washington parece dispuesto a intensificar su lucha contra las redes delictivas que operan estos flujos irregulares en la región.