A pesar de los avances logrados en materia de derechos de la mujer en las últimas décadas, una preocupante ola conservadora parece haber puesto un freno a las conquistas del movimiento feminista en varios países de América Latina.
En naciones como México, Chile y Colombia, la llegada de gobiernos de corte tradicional y sus políticas han generado fuertes críticas por representar un retroceso en temáticas clave como la educación sexual, el aborto y la igualdad de género.
«Estamos enfrentando una fuerte contraofensiva reaccionaria que busca revertir los logros alcanzados», advirtió Alejandra Cárdenas, referente del Movimiento Feminista de México. «Hay un ataque frontal a derechos básicos como la autonomía sobre nuestros cuerpos».
Un claro ejemplo es la nueva legislación mexicana que restringe el acceso de menores a información sobre educación sexual y perspectiva de género en escuelas, calificada por activistas como un peligroso retorno a la censura.
En Chile, la llegada del conservador gobierno de la Unión Patriótica ha desatado marchas masivas por el temor a un retroceso en el reciente avance del aborto legal. «Nuestras conquistas están en juego ante las políticas retrógradas», manifestó Javiera Alonso, del Movimiento Feminista Chileno.
La situación no es más alentadora en Colombia, donde aumentan las voces que advierten sobre el riesgo de un endurecimiento de las leyes que garantizan derechos reproductivos. «Necesitamos unidad del movimiento feminista latinoamericano para no perder lo ganado», enfatizó Lucía Ramírez, de la Red Colombiana de Mujeres.
Mientras tanto, referentes de estos movimientos alientan a la movilización y la presión social para evitar mayores retrocesos. «No podemos permitir que la marea conservadora nos arrebate libertades fundamentales», concluyeron.