El Ejecutivo intensificó sus esfuerzos por obtener el respaldo legislativo a su principal proyecto económico. A través de un comunicado, la Oficina Presidencial resaltó los «alentadores» datos de abril que muestran una recuperación salarial privada de dos dígitos, superando ampliamente la inflación de ese mes.
«Los salarios crecieron un 16,1%, doblando prácticamente el 8,8% de aumento de precios», subrayó el parte oficial. Esto evidenciaría, según la mirada gubernamental, que los argentinos «comienzan a experimentar una recuperación del poder adquisitivo» gracias a la desaceleración inflacionaria heredada y los ajustes fiscales implementados.
No obstante, la lectura triunfalista del texto remarca que estos «resultados demuestran que con un plan económico serio y un Estado que deja de ser un obstáculo, es posible revertir años de decadencia». En un giro sorprendente, vaticinan que «Argentina está en camino de convertirse en una potencia económica».
La carta presidencial culmina con un renovado reclamo al Congreso para que sancione la polémica Ley Bases, presentada como condición «fundamental» para «liberar la fuerza productiva» nacional. Un mensaje contundente en vísperas del debate parlamentario clave.
«Con la caída de la inflación, la desesperación de la oposición se hace evidente. Van a ir con todo porque saben que, si nos sale bien, no vuelven más», había arengado días atrás el propio Milei en referencia a los datos parciales difundidos.