Un violento bombardeo israelí contra una escuela de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Gaza, que albergaba a desplazados, causó al menos 36 fallecidos palestinos según confirmaron las autoridades locales. El ataque se produjo en medio de una nueva escalada de hostilidades entre Israel y los grupos armados gazatíes.

Según el ejército hebreo, la acción buscaba eliminar un «complejo terrorista» de Hamás integrado en el recinto educativo, desde donde supuestamente se habían lanzado ataques previos contra comunidades israelíes. Israel afirmó haber tomado «medidas para reducir daños a civiles», aunque el ataque nocturno impactó en un área con numerosos refugiados.

Tanto la escuela atacada como otras instalaciones de UNRWA en Gaza habían sido habilitadas como refugios para miles de desplazados por los intensos combates de las últimas semanas. A raíz del bombardeo, el Hospital Al-Aqsa recibió al menos 36 cadáveres, en su mayoría provenientes de la escuela sitiada.

«Antes estábamos aterrorizados por los bombardeos, ahora también temo por mis hijos cuando van a la escuela», lamentó entre lágrimas Umm Mohamed, una madre palestina refugiada. El ataque contra un punto de la agencia de la ONU causó indignación en la comunidad internacional, que condenó el uso desproporcionado de la fuerza israelí.