Con una ventaja amplia en las encuestas, el actual mandatario Luis Abinader busca la reelección en República Dominicana. No obstante, la jornada electoral de este domingo también pone a prueba la estabilidad democrática del país caribeño.

En un ambiente de relativa calma, los centros de votación abrieron sus puertas a primera hora para que más de 8 millones de dominicanos ejerzan su derecho al sufragio. Además de elegir al próximo presidente por un período de cuatro años, los ciudadanos también renovarán la integración del Congreso Nacional.

Aunque son nueve los candidatos presidenciales en contienda, las miradas están puestas en el actual mandatario Luis Abinader y su principal contrincante, el expresidente Leonel Fernández. Los sondeos de opinión le otorgan una ventaja abrumadora a Abinader, con un 60% de intención de voto, frente al 25% de Fernández.

«Voten como siempre lo han hecho, con civismo y en paz», exhortó Román Jáquez, titular de la Junta Central Electoral (JCE), en un llamado a la población para ejercer su derecho democrático sin sobresaltos.

De confirmarse los pronósticos, Abinader lograría evitar una segunda vuelta al superar el umbral del 50% más un voto. Su eventual reelección pondría el sello a una gestión que ha sido aplaudida por el buen desempeño económico y la mano dura contra la crisis migratoria de Haití, el empobrecido vecino que comparte la isla de La Española.

No obstante, la jornada electoral no estará exenta de incidentes. Apenas horas antes de la apertura de los centros de votación, la cuenta oficial de Abinader en redes sociales fue hackeada, generando incertidumbre sobre posibles intentos de desestabilización.

Más allá de los resultados, la transición pacífica del poder será un indicador clave de la solidez democrática dominicana, en momentos en que la región enfrenta desafíos en materia de institucionalidad y respeto a las libertades fundamentales.