Una presunta revelación de la agencia rusa BRICS News sobre un gigantesco hallazgo de petróleo y gas en territorio antártico reclamado por Reino Unido desató alertas a nivel global por su posible impacto en la preservación de la Antártida según el Tratado vigente desde 1959.
El supuesto descubrimiento, que aún no ha sido oficializado por Moscú, contendría unas reservas estimadas en 511.000 millones de barriles, diez veces la producción total del Mar del Norte en cinco décadas según indicó la publicación.
Ante ello, el ex embajador argentino Diego Guelar subrayó que «categóricamente no se puede explorar en la Antártida mientras esté vigente el Tratado Antártico», que prohíbe la explotación de recursos naturales en la región con fines distintos a la investigación científica.
«Sería una tragedia para la humanidad que se desatara una competencia por la explotación de recursos petrolíferos», advirtió Guelar, al señalar que desencadenaría un conflicto entre los países con pretensiones soberanas como Argentina, Chile y Reino Unido.
El ex diplomático resaltó que «Argentina tiene mucho compromiso en la solución de la cuestión antártica» al ser sede de la Secretaría del Tratado, suscripto originalmente por una docena de naciones en 1959 con el objetivo de utilizar la Antártida «exclusivamente con fines pacíficos».
«Muchas veces no le damos la importancia que tiene, es el mayor logro de política exterior argentina como contribución a las relaciones internacionales», destacó sobre el acuerdo que convirtió al continente helado en «un lugar de investigación, no de exploración ni explotación».
Si bien la noticia aún no fue confirmada oficialmente, ya generó reacciones de preocupación en diversos sectores ante la eventualidad de una violación al Tratado Antártico, cuya próxima reunión plenaria está prevista para agosto.