En medio de las crecientes diferencias con Patricia Bullrich por el control del PRO y los coqueteos de algunos referentes con La Libertad Avanza, Mauricio Macri decidió demorar su asunción formal al frente del partido que fundó en 2005.
Pese a que estaba previsto que este martes asumiera la conducción del espacio, fuentes partidarias confirmaron que «no sabemos cuándo es» la fecha definitiva para la ceremonia, en una nueva muestra de la interna desatada.
El ex presidente lograba en marzo evitar una divisoria interna al concederle a Bullrich el 50% de los cargos, quedándose ella con la presidencia de la asamblea. No obstante, la tensión persiste por los cortejo de la ministra al ala dura de Milei.
«Hay momentos en los que tenés que dejar que el protagonista sea otro», lanzó Bullrich el fin de semana en una indirecta a Macri, mientras avanza en un armado propio con Karina Milei en vistas a una eventual candidatura en la Ciudad.
Esta demora en asumir formalmente refleja el malestar del fundador del PRO con los movimientos de la funcionaria de Seguridad, quien también apuntó contra su gestión al cuestionar una «exagerada prudencia» de su gobierno.
Fuentes del macrismo confirmaron que ya «no tienen fecha» definida para que el ex mandatario asuma las riendas del partido que fundó, en medio de los guiños de Bullrich al ala más dura del oficialismo nacional.
La crisis en Juntos por el Cambio cobra así un nuevo capítulo, con Macri en pugna por retener el control partidario ante el avance de sectores más afines a La Libertad Avanza que impulsa la propia vice.