La canciller argentina Diana Mondino recibió este jueves en París el plan de acción que el país deberá cumplir para convertirse en miembro pleno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Este hito marca el inicio formal del proceso de adhesión de Argentina al selecto club de naciones desarrolladas.
En una ceremonia celebrada en la sede de la OCDE, Mondino recibió de manos del secretario general Mathias Cormann el documento que establece los requisitos y condiciones que Argentina deberá satisfacer en ámbitos clave como comercio, inversión, lucha contra la corrupción y acción frente al cambio climático.
«Es un gran honor para la República Argentina iniciar este camino hacia la membresía plena en la OCDE», expresó la jefa de la diplomacia argentina, quien adelantó que el gobierno del presidente Javier Milei asumirá el desafío con «firme determinación de implementar las reformas necesarias».
La hoja de ruta prevé una serie de exámenes exhaustivos por parte de los países miembros para evaluar el avance de Argentina en la adopción de los estándares económicos, legales y sociales que comparten las 38 naciones que integran actualmente el organismo.
Cormann destacó el proceso de apertura económica y las «conversaciones positivas» sostenidas con el anterior gobierno, aunque reveló que persistían «algunas discrepancias» que motivaron la postergación de la entrega de la hoja de ruta.
Con esta decisión, Argentina se suma a Brasil, Perú, Bulgaria, Croacia y Rumania en la carrera por integrarse al club de países más industrializados del mundo, que actualmente reúne a economías que representan alrededor del 80% del comercio y las inversiones globales.
Se espera que la adhesión de Argentina a la OCDE promueva la llegada de más inversiones, amplíe los mercados para sus exportaciones y contribuya a modernizar su institucionalidad, aunque el largo camino por recorrer augura un proceso que podría extenderse por varios años.