Berlín planea construir monumentos en honor a los inmigrantes en un intento de rendir homenaje a los logros y contribuciones de esta comunidad. La iniciativa surge en medio de un intenso debate nacional sobre la migración e integración en Alemania. Se prevé que se construya un monumento en el emblemático barrio de Kreuzberg para honrar a los «trabajadores invitados», especialmente aquellos de la primera generación. Además, se planea otro monumento separado para los antiguos «trabajadores contratados» de Vietnam y otros países socialistas en lo que solía ser Berlín Oriental.
La creadora de este proyecto es la senadora socialdemócrata Sevim Aydin, cuyos padres formaron parte de la primera generación de inmigrantes. Aydin afirma que la contribución de los inmigrantes al éxito de Alemania no ha sido reconocida adecuadamente y es hora de resaltar las cosas positivas. Se estima que más del 25% de los 83 millones de alemanes tienen origen inmigrante, y entre los niños esta cifra se eleva al 40%.
Aunque Alemania cuenta con más de un millón de monumentos, pocos reflejan la historia multicultural del país. Aunque existen museos que narran la historia de la emigración alemana a ultramar, no está prevista la apertura de un museo sobre la migración a Alemania hasta 2029. Se espera que el proyecto de Berlín se lleve a cabo rápidamente para que la primera generación de «trabajadores invitados» pueda verlo en vida.
El proyecto del monumento de Berlín, valorado en medio millón de euros, llega en un momento en el que la extrema derecha propone la deportación masiva de inmigrantes y ciudadanos alemanes de origen extranjero. Sin embargo, el gobierno federal busca atraer a más trabajadores cualificados del extranjero debido al envejecimiento demográfico. Noa Ha, directora del Centro Alemán de Investigación sobre Integración y Migración, sostiene que es necesario hablar de una identidad alemana más plural.