Según informó la Secretaría de Energía, el valor de consumo promedio pasará de $2.073,7 en marzo a $6.505,3 a partir de abril. Este aumento afectará a diferentes segmentos de usuarios, como comercios, industrias y aquellos con mayor poder adquisitivo, con un aumento promedio del 300%. Además, durante el invierno se espera que la tarifa alcance los USD 4,5 por millón de BTU.

Sin embargo, lo más preocupante es que este incremento afectará de manera desproporcionada a los sectores más vulnerables de la sociedad. Los usuarios que reciben planes sociales, asignación universal por hijo, jubilados con la mínima o certificado por discapacidad experimentarán un aumento del 280%, pasando de USD 0,28 a USD 0,78 por millón de BTU. Esto implica un salto significativo en sus facturas de gas.

Este aumento se debe a los nuevos valores de producción de gas establecidos por la Secretaría de Energía. Cabe destacar que estos precios son el resultado de la política de segmentación, pero los presupuestos destinados a subsidiar los costos energéticos han sido licuados por la inflación. Además, la demora en la entrega de fondos comprometidos con el sector también ha contribuido a aumentar el impacto del tarifazo.

En resumen, el aumento del gas en abril afectará a diferentes segmentos de usuarios en Argentina, incluidos los jubilados que cobran la mínima. Aunque la política de segmentación intenta mitigar el impacto en los sectores más vulnerables, el aumento promedio del 300% y los incrementos desproporcionados para ciertos usuarios generan preocupación. Queda por ver cómo afectará este tarifazo a la economía y al bienestar de los ciudadanos argentinos.