La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha acusado a Israel de cometer un crimen de guerra en la Franja de Gaza al utilizar el hambre como método de guerra. El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha declarado que la situación de hambre, inanición y hambruna en Gaza es consecuencia de las restricciones impuestas por Israel a la entrada y distribución de ayuda humanitaria y bienes comerciales, así como del desplazamiento de la población y la destrucción de infraestructuras civiles vitales. Türk ha afirmado que estas acciones constituyen métodos que pueden ser calificados como crímenes de guerra.
El alto comisionado ha destacado que las restricciones permanentes a la entrada de ayuda a Gaza y la manera en que Israel lleva a cabo las hostilidades, sometiendo a la población a un castigo colectivo, son violaciones graves del derecho internacional humanitario. Además, ha señalado que la desesperación en la región es tan grande que las familias están tomando decisiones extremas, como enviar a los niños solos y a pie hacia el sur de Gaza en busca de comida y ayuda.
Türk ha recordado que Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de garantizar el aprovisionamiento de alimentos y atención médica adecuada a la población de Gaza, así como facilitar el trabajo de las organizaciones humanitarias. Sin embargo, durante 16 años, Israel ha mantenido bloqueada la Franja de Gaza, violando los derechos humanos de la población y generando dependencia de la ayuda externa.
Esta acusación de la ONU pone en evidencia la grave situación humanitaria en la Franja de Gaza y las consecuencias devastadoras que tiene el conflicto entre Israel y Palestina en la población civil. La comunidad internacional sigue instando a ambas partes a buscar una solución pacífica y a respetar los derechos humanos de todos los habitantes de la región.