El Banco Central de Argentina ha tomado medidas para acelerar la dolarización de la economía al bajar drásticamente la tasa de interés que se paga por los plazos fijos. Esta decisión ha sido interpretada por el mercado como una «feroz licuación de pesos para acelerar la dolarización», según el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. Hasta ahora, los plazos fijos rendían un 9% mensual, pero con estas medidas, los ahorros en pesos de la gente sufrirán una pérdida de poder adquisitivo aún más destructiva. Esta acción se produce en medio de una escalada inflacionaria y se cree que el objetivo es acelerar la dolarización ante los primeros signos de complicaciones en el plan de estabilización del gobierno.
Esta reducción de la tasa de interés se produce en un momento en el que la inflación de alimentos ha aumentado un 300% en el inicio de marzo, lo que ha generado preocupación sobre la efectividad del plan de estabilización económica. Según los analistas del mercado, esta medida del Banco Central es una forma de desalentar la demanda de pesos y acelerar la dolarización de la economía. Además, se espera que estas acciones tengan un impacto en la cotización de los dólares paralelos, que podrían experimentar un rebote después de operar a la baja en los últimos meses.
Estas medidas del Banco Central se producen en el contexto de un megacanje de deuda en pesos ajustada por CER, que es crucial para despejar los vencimientos del Tesoro. Aunque algunos analistas creen que estas acciones son necesarias para acelerar la dolarización y estabilizar la economía, otros advierten sobre los posibles riesgos y consecuencias negativas que pueden surgir de esta estrategia.