En una inesperada decisión que ha sorprendido al sector financiero internacional, el Tribunal de Apelaciones de Nueva York determinó que los bonos PDVSA 2020 de la petrolera estatal venezolana están sujetos a la ley venezolana según el Código Comercial Uniforme de Nueva York. Este fallo ha generado incertidumbre sobre la subasta de CITGO en Delaware y plantea interrogantes sobre el papel de Nueva York como centro financiero preeminente. La resolución ha causado una drástica caída en el valor de los bonos PDVSA 2020 y ha puesto en duda la cadena de control y garantías establecidas bajo la jurisdicción de Estados Unidos para proteger a los tenedores de bonos.
El proceso legal se remonta a 2016, cuando los bonos PDVSA 2020 fueron emitidos por la petrolera estatal bajo el régimen de Nicolás Maduro. Sin embargo, la legitimidad de estos bonos ha sido cuestionada desde el principio por la Asamblea Nacional controlada por la oposición venezolana. La controversia se centra en si el acuerdo de garantía debió ser aprobado por el parlamento venezolano, según la Constitución sobre contratos de interés nacional. Además, la administración del entonces presidente Donald Trump buscó un cambio de régimen en Venezuela y reconoció a la Asamblea Nacional como la autoridad legítima del país.
Este fallo judicial en Nueva York sobre los bonos PDVSA 2020 no solo afecta al mercado de bonos venezolano, sino que desafía la consistencia de las jurisdicciones legales en disputas internacionales de deuda y activos. También plantea interrogantes sobre la seguridad jurídica de las inversiones en jurisdicciones extranjeras y las garantías de activos transfronterizos. En un momento crítico para la política estadounidense hacia Venezuela y con las elecciones venezolanas en el horizonte, esta batalla legal en Nueva York podría redefinir la posición de la ciudad como centro financiero para la emisión de deudas soberanas.