Científicos han descubierto microplásticos en todas las placentas que han examinado, según un estudio publicado recientemente en la revista Toxicological Sciences. Aunque investigaciones anteriores ya habían demostrado la presencia de microplásticos en placentas humanas, este estudio es el más amplio realizado hasta la fecha. Los científicos analizaron muestras de tejido de 62 placentas y encontraron concentraciones de diferentes tipos de microplásticos en todas ellas. Las concentraciones oscilaban entre 6,5 y 685 microgramos por gramo de tejido, niveles significativamente más altos que los encontrados en el torrente sanguíneo humano.
Entre los plásticos identificados se encuentran el polietileno, el cloruro de polivinilo, el nailon y el polipropileno. Aunque aún no se ha llegado a un consenso sobre los efectos nocivos de los microplásticos en la salud humana, existe preocupación por el aumento de estas partículas en el cuerpo humano. Los científicos desconocen si los microplásticos se acumulan temporal o permanentemente en el organismo, lo que dificulta determinar su nocividad. Sin embargo, se teme que las altas concentraciones de microplásticos en las placentas puedan afectar la salud del feto y su desarrollo neurológico.
A medida que los microplásticos se encuentran cada vez más presentes en el medio ambiente, también se incrementan las concentraciones en el cuerpo humano. «La dosis hace el veneno. Si las dosis siguen aumentando, empezamos a preocuparnos. Si vemos efectos en las placentas, entonces todos los mamíferos podrían verse afectados. Eso no es bueno», advierte Matthew Campen, biólogo de la Universidad de Nuevo México. Este descubrimiento resalta la necesidad de abordar el problema de los microplásticos y tomar medidas para reducir su presencia en el medio ambiente.