El canciller británico, David Cameron, viajó a las Islas Malvinas y expresó su deseo de que el territorio continúe siendo parte del Reino Unido «mucho tiempo, posiblemente para siempre». Durante su visita, Cameron también hizo referencia a los habitantes del archipiélago, afirmando que serán apoyados y protegidos por el Reino Unido mientras deseen formar parte de él. Esta visita marca la primera vez que un canciller británico se encuentra en las Islas Malvinas desde 2016.

La presencia de Cameron en las Islas Malvinas ha generado fuertes críticas en la oposición peronista en Argentina. El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, calificó el viaje como una «verdadera provocación» contra la soberanía argentina y declaró a Cameron como «persona non grata». Santiago Cafiero, ex canciller, también expresó su rechazo a la presencia del canciller británico, calificándola de provocación y destacando la importancia de utilizar el derecho internacional para preservar los derechos de Argentina sobre las Islas Malvinas.

En contraste con la postura de Cameron, el presidente argentino Javier Milei propone una solución diplomática similar al acuerdo entre Inglaterra y China sobre Hong Kong, teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las Islas Malvinas. Milei argumenta que es necesario buscar una solución que devuelva las Islas a Argentina pero también tenga en cuenta a los residentes del archipiélago.

La visita de David Cameron a las Islas Malvinas ha generado tensiones y reacciones encontradas entre Argentina y el Reino Unido. Mientras Cameron reafirma el deseo de que las Islas Malvinas sigan siendo británicas, las autoridades argentinas y la oposición peronista continúan defendiendo los derechos de Argentina sobre el territorio. El conflicto de soberanía entre ambos países parece estar lejos de una resolución, y la visita de Cameron ha intensificado la disputa.