Donald Trump comenzó las primarias republicanas con una victoria contundente en los caucus de Iowa, consolidándose como el favorito del partido para las elecciones generales en noviembre. El ex presidente obtuvo alrededor del 51% de los votos, superando por amplio margen al gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien quedó en segundo lugar con un 21%, y a la ex embajadora ante la ONU, Nikki Haley, con un 19%. Trump salió a anunciar su triunfo en Des Moines, agradeciendo a su equipo de trabajo y llamando a la unidad nacional para derrotar al Partido Demócrata. Iowa tiene un gran peso en las primarias, y esta victoria refuerza la imagen de Trump como el candidato indiscutible del partido.

Los resultados en Iowa eran cruciales para Trump, ya que una derrota habría debilitado su posición como favorito en la contienda. Sin embargo, logró confirmar la ventaja que le otorgaban las encuestas y envió un mensaje claro al partido de que la nominación es suya. Aunque aún queda un largo camino por recorrer, Trump ha demostrado que su maquinaria política está mejor organizada que en 2016 y ha desplegado una estrategia centrada en la inmigración y la seguridad fronteriza. A partir de la próxima semana, los candidatos republicanos se dirigirán a New Hampshire y continuarán compitiendo en otros estados hasta junio.

Por su parte, el presidente demócrata Joe Biden se pronunció sobre los resultados del caucus republicano, reconociendo a Trump como el favorito del partido contrario. Biden también aprovechó la ocasión para recaudar fondos para su propia campaña. Mientras tanto, en el lado demócrata, las primarias están teniendo lugar sin mayores sorpresas, ya que Biden cuenta con un fuerte respaldo dentro de su partido y se espera que sea designado como el candidato demócrata en agosto.