Las empresas están anticipando una devaluación y cubriéndose de la inflación que se espera después del cambio de gobierno. Ya se están implementando aumentos de precios de hasta un 50% en diversos rubros, como consumo masivo, ferretería, materiales de construcción y productos electrónicos. Estos incrementos se deben a la falta de entregas de mercadería, remitos abiertos y listas condicionadas a un eventual salto del tipo de cambio oficial. A pesar de esto, el consumo se mantiene debido al efecto «cobertura», donde las personas gastan rápidamente para anticiparse a las subas. El cobro del medio aguinaldo y la temporada de fiestas también están sosteniendo las ventas, pero se espera una pérdida del poder adquisitivo durante el verano. Las principales compañías del país proyectan un primer semestre signado por la «estanflación».

En el sector de los supermercados, se han registrado aumentos de hasta el 50% en productos de consumo masivo. Algunos ejemplos incluyen un 20% en fideos o arroz, un 45% en panificados, más del 20% en una marca de gaseosas y un 50% en productos de higiene personal. A pesar de algunos faltantes, el abastecimiento ha mejorado ligeramente. Esta dinámica de incrementos de precios se suma al 8% de aumento que se acordó para la primera semana de diciembre y al 12% permitido después del balotaje del 19 de noviembre. Las empresas y los mercados financieros están atentos a lo que sucederá con el dólar después del cambio de gobierno.

En general, se espera que después del 10 de diciembre haya un proceso de «sinceramiento» de algunas variables económicas, como el dólar oficial, las tarifas de servicios públicos y los combustibles. Sin embargo, se proyecta que la economía se frenará durante el primer semestre de 2024. La inflación en alimentos en la Ciudad de Buenos Aires tuvo una variación del 11,9% en noviembre y del 160,6% en el último año. Los primeros datos del mes de diciembre muestran una aceleración de la inflación, con un aumento del 7,4% en la primera semana.