El Gobierno nacional ha establecido un mecanismo para que los usuarios del transporte público en Argentina puedan renunciar al subsidio estatal y pagar la tarifa completa de $700. A través de la Resolución 566/2023, se ha determinado el procedimiento que deben seguir aquellos que deseen dejar de percibir este beneficio y contribuir así a reducir el déficit fiscal.

Si bien se espera que la medida no tenga una adhesión significativa debido al contexto de alta inflación, aumento de la pobreza y pérdida de poder adquisitivo de los salarios, aquellas personas que voluntariamente quieran dejar de ser beneficiarios del subsidio podrán informar al Gobierno nacional y así sumar su contribución.

La normativa establece que los usuarios de los servicios públicos de transporte por automotor y ferroviario de pasajeros que deseen renunciar al subsidio deberán completar un formulario de Declaración Jurada. Este formulario permitirá que los usuarios abonen la tarifa plena de los servicios a través del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE).

Para aquellos que se encuentren en zonas donde no se ha implementado la SUBE, podrán manifestar su renuncia voluntaria al subsidio al momento de comprar el boleto correspondiente. Una vez que se llene la declaración jurada, el cobro de la tarifa plena será automático.

En la Ciudad de Buenos Aires, las personas que renuncien al subsidio deberán pagar alrededor de $700 por los pasajes de colectivo y aproximadamente $1,100 por los boletos de tren.

Es importante tener en cuenta que el impacto de esta medida será diferente según la zona del país en la que se encuentre cada usuario. Por ejemplo, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el subsidio recibido por habitante durante el primer semestre del año fue de alrededor de $48,000, mientras que en el resto de la provincia de Buenos Aires fue de $133 per cápita. En otras regiones, como el Noroeste Argentino (NOA) y el Noreste (NEA), las transferencias fueron de alrededor de $600 por habitante.

El objetivo de esta medida es reducir el gasto en subsidios del transporte, el cual ascendió a $188,000 millones durante el primer semestre del año, según datos de ejecución presupuestaria. El Gobierno invita a las provincias, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y a los municipios a adherir a esta resolución.

Renunciar al subsidio del transporte y optar por pagar la tarifa completa puede ser una decisión personal para aquellos que deseen contribuir directamente al déficit fiscal.