El Gobierno de Luis Arce ha presentado una denuncia contra Evo Morales por su presunta participación en una emboscada a organizaciones oficialistas en Bolivia, que dejó un saldo de 23 heridos. Según las autoridades, grupos radicales afines al ex presidente boliviano habrían generado actos de violencia con el objetivo de boicotear una reunión de organizaciones sociales cercanas al actual jefe de Estado.
El Pacto de Unidad, coalición que agrupa a diversas organizaciones y sindicatos indígenas y sociales afines a Arce, acusó a Morales de haber llevado a cabo una emboscada para impedir la llegada de los participantes a la reunión convocada para ese día. El Gobierno denunció que estos grupos radicales habrían provocado hechos de violencia, dejando un saldo de 23 personas heridas, y señaló que una de ellas fue secuestrada y torturada en la región de Trópico de Cochabamba.
Los líderes del Pacto de Unidad también informaron sobre mujeres golpeadas y personas desaparecidas que se dirigían a la ciudad de El Alto, vecina a La Paz, para participar en la mencionada reunión. Estos sucesos fueron calificados como una emboscada que tuvo lugar en el bastión político y sindical de Morales, en la región de Trópico de Cochabamba, a un grupo de personas que se dirigían a El Alto.
Ante esta situación, diversos representantes de organizaciones sociales expresaron su malestar y consideraron estas acciones como una traición por parte de Morales, quien fue presidente de Bolivia durante 14 años. Juan Carlos Huarachi, líder de la Central Obrera Boliviana (COB), el principal sindicato del país, manifestó su preocupación y advirtió que se tomarán decisiones importantes durante la reunión convocada.
La tensión entre los seguidores de Morales y los seguidores de Arce se ha intensificado en los últimos tiempos. La ausencia de Arce y su vicepresidente David Choquehuanca en el congreso del Movimiento al Socialismo (MAS), liderado por Morales, generó descontento y fue considerada como una «autoexpulsión» del partido. Estos conflictos internos han llevado a tensiones y divisiones en el oficialismo boliviano.
El Gobierno de Arce denunció amenazas en contra de la reunión por parte de sectores cercanos a Morales y ha anunciado un plan de seguridad para resguardar el evento. Esta concentración de organizaciones sociales afines al Gobierno de Arce es una respuesta al congreso del MAS, donde Morales fue proclamado como «único candidato» para las elecciones presidenciales de 2025.
En medio de estas tensiones internas, Arce y Morales se encuentran distanciados, y las peticiones del ex presidente de realizar cambios en el gabinete ministerial no han sido atendidas por el actual mandatario. Estos conflictos han generado una división en el oficialismo boliviano y han generado incertidumbre sobre el futuro del partido que gobierna Bolivia.