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La doble vara de Alberto Fernández fue duramente criticada por los presidentes de Uruguay, Chile y Paraguay

La cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se llevó a cabo esta semana con la ambivalencia ideológica de Alberto Fernández a la vanguardia. El Presidente argentino aseguró que no hay pruebas para sostener que en Cuba, Nicaragua y Venezuela se violan sistemáticamente los derechos humanos. Esto provocó la crítica del Presidente uruguayo Lacalle Pou, quien siempre ha cuestionado la perspectiva ideológica de Alberto Fernández. «No tengamos una visión hemipléjica según el perfil ideológico», sostuvo el mandatario uruguayo.

Las declaraciones de Lacalle Pou fueron respaldadas por Gabriel Boric, presidente de Chile, quien recordó los efectos de relativizar la democracia y los derechos humanos. «La dictadura (chilena) nos enseñó de forma brusca a sangre y fuego los efectos de relativizar la democracia y los derechos humanos», exclamó Boric en la cumbre de la CELAC.

El presidente del Paraguay, Mario Abdo Benítez (amigo personal de Alberto Fernández), también criticó la situación de los países de la región. «No podemos mirar a un lado, cuando más de siete millones de venezolanos han abandonado sus hogares pidiendo refugio», sentenció el mandatario paraguayo.

En conclusión, el debate político en la cumbre de la CELAC fue intenso y los representantes de América Latina fueron muy claros en sus posturas. Está claro que el tema de los derechos humanos es uno de los principales problemas a los que los países latinoamericanos deben enfrentar y los líderes deben trabajar unidos para garantizar los derechos y libertades de sus ciudadanos.