La construcción del gasoducto Néstor Kirchner avanza en los plazos previstos a partir del trabajo que se desarrolla en plantas de doble junta que aceleran la soldadura de los tubos, y que fueron montadas por Techint y Sacde y son monitoreadas por la empresa estatal Energía Argentina.
La megaobra que demandará más de 56.000 caños tiene una enorme complejidad logística y, para poder estar operativa a fines de junio del año que viene, cuenta con dos plantas de doble junta que permiten acortar los tiempos de soldadura y trasporte para su instalación en la traza del futuro gasoducto.
Una de las plantas se encuentra en el obrador principal ubicado en el partido pampeano de General Acha.
La segunda se ubica en el obrador denominado PK 60, ubicado a 40 kilómetros de la localidad de Catriel, en Río Negro, y a 60 kilómetros de lo que será el inicio del gasoducto en Tratayen, Neuquén.
La construcción de esta megainfraestructura permitirá a la Argentina lograr el autoabastecimiento energético y, posteriormente, pasar a ser un importante actor en la exportación.
De acuerdo a estimaciones de fuentes oficiales, el gasoducto permitirá ahorrar más de US$ 3.500 millones el año que viene por sustitución de importaciones de energía a precios actuales (US$ 36 el millón de BTU).
Cómo trabajan los obradores
Télam visitó la semana pasada el obrador PK 60, que cuenta con 800 operarios en plena actividad y recibe de manera diaria 100 tubos de 12 metros de largo en un total de 25 camiones que llegan desde la localidad bonaerense de Valentín Alsina.
El PK 60 es uno de los cuatros obradores del gasoducto y uno de los tres que gestiona la Unión Transitoria de Empresas (UTE) conformada por las firmas Techint y Sacde.
En concreto, la UTE se encarga de la construcción de un tramo de alrededor de 440 kilómetros entre las localidades de Tratayen y General Acha.
Para acelerar la ejecución de la obra y tener funcionando el gasoducto en junio del año que viene, Techint y Sacde reciben en el obrador tubos de 12 metros y, a través de un proceso de soldadura en sus plantas de doble junta, los transforman en un solo cuerpo de 24 metros.
Luego los acopian a la espera de ser llevados hasta la traza del futuro gasoducto.
En base a los planes de la obra, a partir de mañana los tubos de 24 metros serán llevados al kilómetro 0 del gasoducto, en Tratayen.
Esos caños, una vez depositados en la traza, serán unidos por máquinas especialmente traídas desde Estados Unidos que tienen un sistema robotizado que generan hasta 100 soldaduras y que pueden unir hasta 2 kilómetros de extensión por día.