El reelecto Presidente de la UCR Bonaerense, Maximiliano Abad, logró una tibia victoria en las elecciones partidarias de su distrito. Es que su lista, que decía llevar a todo el radicalismo, obtuvo un 60% de los votos. Evidentemente la lista opositora representó a casi un 40% de los electores boinas blancas.

Aunque Abad, quien durante los años de Cambiemos en el poder se puso a las órdenes y disposición (junto a su partido) de María Eugenia Vidal, ha tenido que salir de su zona de confort anunciando hace días, apenas dos antes de las elecciones partidarias, que sería candidato a Gobernador por la UCR.

Ante el temor de una posible derrota o de números no tan favorables, Abad decidió a las apuradas armar una entrevista en la que confirmó que participará en las elecciones del año próximo. Lo haría, según él, encabezando una lista por primera vez en su vida política partidaria más allá de una interna (nunca ocupó un lugar convocante de relevancia en una elección y por ende, no se sabe que caudal de votos real posee).

Todo el “radicalismo unido” de Abad apenas superó la mitad de los afiliados que fueron a votar y para empeorar el magro resultado, su espacio perdió la Juventud partidaria, todo un símbolo para un dirigente nacido en la política universitaria. Por esa razón y luego de que las autoridades partidarias que responden a él trataran de no entregar las planillas finales ni reconocer la victoría de la candidata del possismo, decidió enviar a su presidente local a reclamar a la justicia con un polémico argumento en un intento de invalidar la elección. Los jóvenes que ganaron la elección forman parte de un sector que Abad y su gente considera indigno del radicalismo: “competimos contra un sector que está conducido por personas que no tienen nada que ver el partido, ya que hay una persona que maneja una organización social” afirmó Daniel Núnez.

El enviado de Abad y nuevo presidente de la UCR marplatense afirmó, como dando a entender que los afiliados radicales que votaron a la lista opositora eran radicales clase “b”: “vemos cómo más de una vez movilizan a personas a un piquete, a una marcha y demás, con aprietes y amenazándolos con que les van a sacar los planes sociales, y esta situación es la que se dio este fin de semana, con la gente llevada en micros a votar”. Según las palabras del representante de Abad, los radicales que no los votaron eran beneficiarios de planes sociales amenazados.

Pero en los últimos días pasó algo mas bochornoso para Abad y fue la importancia que el neurocientífico Facundo Manes, impulsado por él, le dió al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, como potencial candidato a gobernador.

Las señales son fuertes e indican que Manes apostaría en gran medida a una boleta Manes Presidente, Posse gobernador. Resultó en un duro golpe para Abad, a pesar de no tener ningún pergamino que lo haya mostrado ganador ni con experiencia de gestión como le sobran a Posse.

Seguramente Abad recurrirá, como lo ha hecho anteriormente, al apoyo del PRO y la Coalición Cívica para que influyan en los temas internos del partido que él mismo preside a nivel provincial.

Por Joaquín Gayone
Agencia País