El juez Garry Orelien, quien hasta hace poco más de dos semanas investigaba la muerte del presidente haitiano Jovenel Moise, asesinado en julio de 2021, aseguró este martes que el primer ministro Ariel Henry está relacionado con la planificación del magnicidio y vinculado con uno de los autores intelectuales.
No fue el único golpe del día para Henry, pues el Senado consideró que terminó su mandato y que por eso le corresponde “un nuevo estatus con competencias limitadas”.
El juez Orelien advirtió que Henry “está conectado y es amigo del autor intelectual del asesinato”. “Lo planearon con él. Ariel es el principal sospechoso del asesinato de Jovenel Moise y él lo sabe», dijo el magistrado en una grabación a la que accedió la cadena de noticias CNN.
Orelien renunció a la investigación el 22 de enero, luego que el decano del Tribunal de Primera Instancia, Bernard Saint Vil, rechazara la petición de prórroga en la investigación y un día después de que una ONG lo denunciara por corrupción.
La Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos acusó al magistrado de recibir unos 20.000 dólares por el «levantamiento de la prohibición de salida dictada contra una personalidad» y aseveró que al menos uno de los policías liberados le pagó 25.000 dólares.
Orelien sugirió en su momento que la ONG que realizó las acusaciones en su contra es una organización «criminal».
Moise fue baleado en su residencia durante la madrugada del 7 de julio del año pasado, en un ataque en el que resultó herida su esposa Martine Étienne y por el que hay unos 40 detenidos, aunque la investigación avanza lentamente y no se formularon cargos contra ninguno de los arrestados.
En Estados Unidos hay detenidos otros dos sospechosos, el exmilitar colombiano Marco Antonio Palacios y el empresario Rodolphe Jaar, mientras las autoridades de Haití trabajan en la extradición del exsenador John Joel Joseph y del comerciante Samir Handal, arrestados en Jamaica y Turquía, respectivamente, informó la agencia de noticias Sputnik.
La Justicia estadounidense interviene en la causa porque su ley contempla que una persona puede enfrentar cargos criminales si conspira dentro de su territorio para cometer asesinato o secuestro fuera del país.
Desde el magnicidio de Moise la siempre convulsa situación política y económica de Haití se vio aún más golpeada, porque el vacío de poder generó en una crisis de seguridad, con asesinatos y secuestros a diario, y porque la oposición da por terminado el mandato de Henry.
Justamente este martes el Senado le escribió a la Corte Superior de Cuentas que terminó el mandato del primer ministro, pese a su negativa a abandonar el poder.
«El Buró del Senado de la República, reforzado por sus responsabilidades en esta coyuntura haitiana marcada por la debilidad institucional, se apresura a informarle de los trabajos parlamentarios constatan el fin de los servicios del primer ministro, Ariel Henry, que, a partir del 7 de febrero de 2022 liquidará los asuntos en curso», manifestaron los legisladores en una carta dirigida al presidente del Tribunal, Fritz R. St-Paul.
Según los parlamentarios, Henry deberá tener un nuevo estatus con competencias limitadas y la Corte Superior de Cuentas tiene la obligación de extremar la vigilancia para un control minucioso de los fondos estatales.
El lunes, en un discurso a la nación, el presidente de la Cámara alta, Joseph Lambert, también había dado por finalizada la administración de Henry –porque terminaba el mandato de Moise-, a quien solo le corresponde liquidar los asuntos de actualidad a la espera de un acuerdo entre los protagonistas de la política.
«Henry debe suspender todos los trámites para la instalación de un Consejo Electoral Provisional, así como para la instalación de una asamblea constituyente para llevar a cabo una reforma constitucional», subrayó Lambert durante su alocución.