Estados Unidos se declaró este lunes dispuesto a trabajar con el flamante presidente electo de Chile, Gabriel Boric, al que felicitó luego de su amplio triunfo sobre el ultraderechista José Antonio Kast en un balotaje que el gobierno norteamericano calificó de «ejemplar».
«Una vez más, el pueblo de Chile dio ejemplo de elecciones democráticas libres y justas», ponderó el secretario de Estado, Antony Blinken, al felicitar a Boric en un tuit.
El alto funcionario expresó que su país anhela «seguir trabajando con Chile para avanzar en las metas compartidas de democracia, prosperidad y seguridad».
El jefe de la diplomacia estadounidense para las Américas, Brian Nichols, también saludó a Boric y abogó por «seguir la colaboración con nuestras prioridades compartidas y fortalecer los lazos económicos, científicos y entre nuestros pueblos».
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, destacó asimismo la «decisiva victoria» de Boric y recordó que «Estados Unidos y Chile son socios de larga data con valores democráticos compartidos».
«Esperamos trabajar con la administración entrante de Boric para continuar nuestra colaboración en derechos humanos y democracia, prosperidad económica vinculada al clima, Covid-19, ciencia, migración y desarrollo, entre otros asuntos urgentes», expuso Price en rueda de prensa, informó la agencia de noticias AFP.
Boric, quien a sus 35 años será el mandatario más joven de la historia chilena y uno de los más noveles del mundo, hizo su primera aparición oficial este lunes por la mañana, cuando se reunió con el gobernante de derecha Sebastián Piñera, quien dejará el cargo de presidente el próximo marzo con bajos índices de aprobación y derrotado, ya que tenía preferencia por Kast.
A su vez, Boric se transformó en el candidato más votado de la democracia chilena, con más de 4,6 millones de sufragios.
Presentado por sus detractores como «comunista», Boric ganó el domingo con una participación récord, obteniendo casi el 56% de los votos emitidos contra el 44% de Kast, un abogado de 55 años nostálgico de la dictadura de Augusto Pinochet, a quien siempre le dedicó comentarios elogiosos.
