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Cómo funciona el centro web que ayuda a mujeres periodistas victimas de violencia online

La responsable del proyecto, Ela Stapley, explicó en diálogo con Télam que el espacio «surgió por un pedido de las profesionales ante el incremento del maltrato en redes, pero sirve para toda persona violentada a través de redes sociales que vea vulnerados sus derechos humanos».

Una web reúne recursos para mujeres periodistas, medios y personas que quieran acompañar a quienes son víctima de violencia de género en línea, espacio que surgió por un pedido de las profesionales ante el incremento del maltrato en redes, y cuyo funcionamiento explica Ela Stapley, responsable del proyecto.

Iniciamos en Télam la serie de notas sobre violencia de género en entornos digitales en agosto a partir de los datos escalofriantes que reveló el informe The Chilling: Global trends in online violence against women journalists (Escalofriante: tendencias globales de la violencia online contra las mujeres periodistas, en castellano), producido por la Unesco y el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ).

Allí identificaron que tres cuartas partes de las 714 mujeres periodistas de todo el mundo que respondieron a su encuesta habían experimentado ataques en línea como resultado de su trabajo.

«Los ataque son muchos y aumentan, son difíciles de reunir en estadísticas, por eso es tan interesante este aporte en The Chilling», dice Stapley, en el diálogo que mantuvo con Télam desde el Reino Unido, donde reside.

Las periodistas entrevistadas para el informe contaron cómo esta violencia online afectaba su salud mental, incrementaba su temor por su seguridad física y las llevaba a la autocensura, el abandono de la profesión y el silenciamiento.

Este tipo de testimonios escuchó durante dos años Stapley, periodista y consultora en seguridad digital que está llevando adelante el proyecto web llamado Centro de Respuesta a la Violencia Online (Online Violence Response Hub) para la International Women’s Media Foundation (IWMF) e ICFJ.

«Este proyecto surgió de una necesidad de las periodistas mujeres, pero sirve para toda persona violentada a través de redes sociales que vea vulnerados sus derechos humanos», destaca la especialista.

Este Centro web «es el resultado de muchas conversaciones con periodistas mujeres y medios sobre violencia en línea. Hablamos de los problemas, de lo que falta, de lo que se necesita y este es el resultado, luego de dos años», afirma.

Stapley aclara que «periodistas, jefes, editores tienen distintas percepciones sobre el tema. Una de las cosas que salió mucho es la necesidad de un lugar que reúna los recursos, que son muchos y estaban disgregados. Juntamos guías, consejos prácticos, investigaciones, datos de organizaciones que están todas en un solo lugar».

El Centro «es de una red de organizaciones, de una coalición, porque juntas somos mas fuertes para investigar, proponer soluciones a los medios y a las empresas tecnológicas», resalta la periodista.

Al recorrer la web se encuentra una ventana de Recursos para periodistas, otra para redacciones y otra para personas que quieran apoyar a las víctimas. Además, hay estrategias para incidir ante situaciones violentas y un botón de emergencias.

Télam: La soledad de la víctimas es recurrente ante esta violencia. ¿Cómo acompañan los medios donde ellas trabajan, si es que lo hacen?
Ela Stapley: De nuestro trabajo con medios vimos que, obviamente, no todos son iguales. Hay diferencia entre los que tienen mucho personal, muchos años y un medio pequeño, nuevo. Las maneras de ayudar son distintas. Cuando el medio es más tradicional es más difícil lograr un cambio. Uno de los problemas que identificamos es que faltan recursos para los medios. Imagino que es porque los mismos medios no se dan estos recursos. Por eso queremos hacer más recursos para este sector.

T.: Muchas veces el ataque a las mujeres periodistas se ejerce atacando a sus parejas o familias. ¿También faltan recursos para estas personas?
E.S.: Sí, faltan. Incluso, si bien hay muchos recursos para periodistas, no los hay en el sentido de que ellas puedan compartir con sus familias medidas de protección. Sobre todo si sufren un ataque de doxing -revelar en Internet datos personales de una persona como parte de un ataque violento-. Si no encuentran, por ejemplo, la dirección de la periodista ponen la dirección de sus padres. Por eso es importante la ayuda del medio.

T.: ¿Han tenido reuniones con representantes de las plataformas?
E.S.: Está complicado el tema de las plataformas. En general pedir ayuda a las plataformas resulta difícil para las periodistas, sobre todo si no es en inglés. Es más difícil aún para quienes hablan otro idioma. Hemos notado que es complicado.

T.: ¿Una periodista puede recurrir a ustedes ante una emergencia?
E.S.: Sí, claro. Hay varias cosas: en la web hay un botón de emergencia que lista organizaciones que brindan apoyo que puede ser tecnológico, psicológico, legal y financiero. Este último tiene que ver con situaciones extremas de mujeres que, por ejemplo, deben mudarse porque están en peligro. Son organizaciones internacionales que brindan apoyo a periodistas en cualquier lugar del mundo.

También tenemos ayuda individual, por ejemplo, si una periodista fue atacada y sus cuentas se cierran o circulan fotos suyas sin su consentimiento o utilizan su imagen para difamarla; se pueden acercar, hacen consultoría conmigo de seguridad digital.

Y hay recursos en la página para quienes sufren traumas también.

T.: En cuanto a incidencia ¿Qué estrategias se dan?
E.S.: Lo que hacemos nosotras y la coalición de organizaciones con las que trabajamos este tema, es apoyar a las periodistas en redes. Hacemos una campaña acompañando a la periodista, condenando el acoso en línea. Sólo si la mujer lo quiere. Y no hay que ser una periodista famosa para recibir este apoyo. Esta estrategia la vamos a seguir ampliando. Está difícil, hay mucho acoso, es complicado de monitorear.

T.: ¿Qué debemos hacer ante este tipo de violencia?
E.S.: Primero, prevención. Protegerse ante un posible ataque. Tener en cuenta la seguridad digital, revisando toda la información personal que hay en línea, qué fotos de la familia, hijos, si aparece la dirección. Hacer un mapeo para bajar la información que puede ser riesgosa para la periodista. Si no se puede bajar, saber que eso está en línea.

Poner verificación de dos pasos en todas las cuentas, algo que las periodistas no suelen hacer. También hablar con la familia, decirles que no se está cómoda cuando comparten determinada información o fotos en las redes sociales. Sin asustarles, pero que sepan que el mundo no es tan bonito como antes, y hablo del mundo de Internet.

Es importante cuidar la salud mental. Cuando se es víctima de un ataque es importante que el medio apoye, que brinde la posibilidad de un descanso. También cerrar los comentarios si se la ataca por una nota. Un amigo puede monitorear el abuso para que la mujer se proteja mental y emocionalmente y no tenga que estar viendo lo que se publica.