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Montenegro enfrenta su segunda crisis de gobernabilidad en dos meses

Mientras el intendente presentaba la lista de candidatos, su concejal de confianza renunciaba a la presidencia del bloque oficialista.

Hace dos meses, el ex ministro de seguridad porteño y hoy intendente de Mar del Plata, le pedía la renuncia a un grupo de funcionarios de su gobierno y al presidente del bloque que lo representa por no acompañar un polémico pliego de transporte público.

Con esa actitud impulsiva, Montenegro perdió un aliado que hizo un importante aporte para su llegada a la intendencia. Para reemplazar a quien fuera su presidente de bloque, eligió a Nicolás Lauría, un joven de su confianza y a quien había colocado encabezando la lista de concejales en 2019.


Montenegro junto a Nicolás Lauría.

Dos días antes del cierre de listas, Lauría y todo el grupo de funcionarios que pertenecen al Partido Fe, decidieron renunciar a su organización que recientemente se sumó al Frente de Todos. “Acompañamos la propuesta de Montenegro para la ciudad y lo seguiremos haciendo”, afirmaron.

Llegó el sábado de cierre y Montenegro repartió espacios en la lista local con la UCR, la Coalición Cívica y hasta le dio un lugar a Luis Barrionuevo pero ninguno para sus aliados, a pesar del gesto de no cruzarse de vereda como lo hizo su estructura a nivel nacional.

El intendente de Mar del Plata está formado en las líneas del PRO y su lugar en el mundo, según él, es San Isidro. Está solo en la ciudad que gobierna. Por esa razón tenía un objetivo claro para el cierre de listas y lo logró: su amigo personal y ex legislador porteño Alejandro Rabinovich encabezará la lista de senadores provinciales de la quinta sección electoral.
Otro condimento que alteró a los aliados del intendente es que el segundo lugar de esa lista lo ocupa una comunera de CABA puesta por Santilli. El primero y segundo lugar los ocupan candidatos puramente porteños.

En sólo dos meses, Montenegro sufrió la renuncia de dos Presidentes de bloque, incluyendo en la última a quien lo sigue en la línea sucesoria. En los pasillos del HCD comienzan a comparar la gestión de Montenegro con la del ex intendente Arroyo.