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La «denuncia» de Sarlo terminó en un cuestionable acto de promoción personal

Al margen de la evaluación que todo argentina pueda hacer sobre el plan de vacunación, su puesta en práctica, los vacunatorios VIP y demás, en las últimas semanas corrieron denuncias absurdas y cruzadas entre todos los bandos políticos: todo aquel que no es mayor de 60 y apololítico, ES VACUNADO VIP.

La desesperación por acusar a otros por aquello que son acusados ellos. Hubo intendentes, actores y todo tipo de figuras públicas a las que el Gobierno Nacional y varios Provinciales les ofrecieron (en realidad les pidieron) participar de una campaña para incentivar a los vecinos a inscribirse y vacunarse. Muchos accedieron y ninguno de ellos es o fue VACUNADO VIP, sino voluntarios en esa campaña de concientización.

Sarlo fue invitada, pero en una actitud tan absurda como incomprensible a menos que se la tome como necesidad de llamar la atención, denunció que le ofrecieron «por abajo» ser vacunada. Ella fue convocada para la campaña, pero modificando caprichosamente el punto de vista, hizo las declaraciones que hizo. Ahora dice arrepentirse.

“No debí decir por debajo de la mesa”

«Me autocritico fuertemente, no debí decir por debajo de la mesa», sostuvo la escritora, en referencia a la invitación a una acción colectiva de concientización contra la campaña de desprestigio hacia la vacuna.

La escritora y ensayista Beatriz Sarlo se retractó y aseguró que no debió decir que la propuesta de vacunación contra el coronavirus que recibió fue «por debajo de la mesa» y le pidió disculpas a «la Provincia» de Buenos Aires por haber utilizado «mal» la expresión, en lo que dijo fue «una desdichada metáfora».

«Me autocritico fuertemente, no debí decir por debajo de la mesa», sostuvo Sarlo, quien relató que enero último le llegó una propuesta para formar parte de una campaña para generar confianza en la vacuna Sputnik V.

Agregó en declaraciones a radio Con Vos: «Que me disculpe la Provincia –de Buenos Aires– por utilizar mal la expresión».

Sarlo recordó que el comentario le llegó del editor de Siglo XXI, Carlos Díaz, y que lo interpretó como un hecho que «ocurre en una esfera semiprivada» y por eso lo definió como algo «que se pone debajo de la mesa».

«Si voy a participar en algo necesito saber quiénes otros van a participar, no puede ser algo a las apuradas», se quejó la escritora que luego repitió que en el mail que ella recibió de parte de su editor Carlos Díaz no había ningún dato sobre la campaña a la cual la estaban invitando a sumarse.

La semana pasada, la jueza María Eugenia Capuchetti dispuso que Sarlo brindara declaración testimonial en la causa que investiga el posible desvío de vacunas contra el coronavirus, a raíz de que la escritora había relatado en televisión que le habían ofrecido inocularse cuando -según criterios epidemiológicos- aún no le correspondía.

Kicillof: «Esto fue un ataque a mi familia»

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, negó que su esposa le haya ofrecido una vacuna contra el coronavirus a la escritora Beatriz Sarlo y aclaró que sólo se la invitó a participar de una acción colectiva de concientización que pretendía contrarrestar la campaña de desprestigio que impulsaban, en enero, dirigentes de la oposición y algunos medios.

«Mi esposa (por Soledad Quereilhac) no ofrece vacunas, no se vacunó nadie de mi familia. Lo que titulan algunos medios es mentira y una campaña horrible y de odio hacia mi familia», cuestionó el mandatario.

En declaraciones a los canales TN y C5N, Kicillof detalló que después de participar de un acto con el Presidente vio que «había títulos que decían que a Sarlo se le ofreció una vacuna por abajo de la mesa. Es una campaña de desprestigio a mi esposa, porque nadie ofreció eso», afirmó.