En su discurso de apertura de sesiones ordinarias, el presidente consideró que «la reforma del Poder Judicial en su más amplias dimensiones es una demanda impostergable de la sociedad».

El presidente Alberto Fernández aseguró este lunes que el Judicial es el «único poder que parece vivir en los márgenes de la democracia» y está «en crisis», a la vez que anunció que propondrá a los gobernadores de las provincias la creación de un Tribunal Federal de Garantías que aborde «exclusivamente cuestiones de arbitrariedad» para evitar manejos discrecionales por parte de la Corte Suprema.

Así lo definió y anunció el jefe de Estado al dar su mensaje durante la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, en el que cuestionó los «privilegios» del Poder Judicial, que los ministros de la Corte sigan en el cargo a pesar del tope de edad que fija la Constitución y que un fiscal procesado por delitos graves siga en funciones, en aparente alusión a Carlos Stornelli.

«También observamos -continuó el primer mandatario frente a diputados y senadores del oficialismo y la oposición- cómo sale a la luz un perverso sistema en el que se entremezclan jueces, fiscales, pretensos espías y reconocidos periodistas para hacer un seguimiento ilegal de personas detenidas y para montar extorsiones judiciales: todo se sabe y todo sigue transcurriendo como si nada pasara».

En cuanto a los miembros de la Corte, el presidente les dedicó dos críticas puntuales. Por un lado, les reprochó que el acceso «a la declaración jurada de sus bienes es virtualmente imposible» y, por el otro, cuestionó que, por temas de corporativismo, muchas veces logran permanecer en sus en sus cargos más allá del tope de edad que la Constitución impone, de 75 años.