Se trata de la presidenta del Concejo Deliberante, Laura Branchini y de Mariana Cané. Ambas integran el Frente de Todos. La oposición las acusó de obtener “un beneficio que no les correspondía en detrimento de la sociedad”.

Luego de la polémica desatada en San Andrés de Giles por la vacunación de unas 20 personas que no integran el personal de salud, dos concejalas que también se habían aplicado las Sputnik V presentaron su renuncia.

A través de la oficina de prensa del Honorable Concejo Deliberante, se difundieron dos comunicados en los que explican los motivos de su salida y volvieron a pedirle disculpas a la comunidad.

“Como ya expresé a mis compañeros de bloque, fui llamada porque una persona no respondía el llamado del vacunatorio. Me encontraba trabajando en la calle, como lo hago a diario, haciendo lo que sé hacer, y lo que seguiré haciendo, porque siempre entendí que mi función era mucho más que estar presente en el Honorable Concejo Deliberante”, expresó públicamente Laura Branchini al dar su versión de los hechos.

Además de pedir disculpas por lo sucedido, la concejala Mariana Cané dijo que “dar un paso al costado es la mejor manera de despejar toda duda respecto a la campaña de vacunación que se aproxima”. Y agregó: “En ningún modo se trató de un acto de abuso de poder y no obré, bajo ninguna circunstancia, de mala fe”.