Se avecina una interna radical bonaerense especial. No sólo se define presidente y resto de autoridades, sino el rumbo y el rol de la Unión Cívica Radical dentro de Juntos por el Cambio.

Esta interna, para la militancia, jamás podría dividirse entre buenos y malos o puros e impuros. Los dos espacios que disputan la conducción tienen credenciales sobradas de pertenencia al partido y ambos tienen cien por ciento claro y definido que la única opción a corto y mediano plazo es consolidar la coalición de partidos que conforman Juntos por el Cambio.

¿Cuáles son las diferencias entre un espacio y otro?

Por un lado, la lista oficialista, que encabeza Maximiliano Abad ( Adelante Buenos Aires )

El espacio oficialista, que viene presidiendo el partido los últimos años, está formado por dirigentes que asumen con más naturalidad fusionarse con otros partidos, sin necesidad de marcar visiblemente su sello ideológico. Durante su primer mandato como diputado provincial, Abad se fue posicionando cada vez más cerca de Vidal. Tanto que se convirtió en su brazo en la legislatura y ocupó (hasta ahora) un lugar de suma confianza dentro del grupo chico de la ex gobernadora.
Por esa confianza ganada, Abad se convirtió en el plan de Vidal para tener un armado político que la respalde ante su nula construcción en territorio bonaerense. Como todas las figuras del Pro, Vidal no se interesó por la construcción política ni siquiera en el distrito que gobernó.

A Abad lo acompañan Daniel Salvador, elegido por Vidal para ser vice gobernador; Daniel Katz, un muy importante dirigente que no sólo fue intendente de General Pueyrredón sino que tuvo protagonismo nacional e injerencia provincial cuando se transformó en la cara más visible y fuerte del Radicalismo Kirchnerista. También Vilma Baragiola, quien especuló hasta el último minuto de un cierre de listas con ser candidata con Vidal, Massa o Lavagna y responde a veces al peronista Emilio Monzó como anteriormente lo hizo con Leopoldo Moreau, el radical ultra kirchnerista.

El espacio oficialista es 100% de radicales puros, pero que no tienen inconveniente en fundirse con otros espacios políticos, incluyendo al peronismo o al kirchnerismo. Esa es su forma de avanzar en los últimos años y es lo que proponen para los próximos, por más que el discurso para la tribuna sea diferente. Para muchos es una mala forma de caminar la política y de representación ideológica / partidaria y para otros una forma abierta de diálogo con todos.

Por el lado de Gustavo Posse ( Protagonismo Radical )

El intendente de San Isidro reúne el pensamiento de muchos radicales. Formar parte, como lo hicieron hasta ahora, de Juntos por el Cambio. Si es posible, haciéndolo crecer aún con más fuerzas políticas, pero explotando la riqueza que significa esa pluralidad de identidades en un objetivo común.
Parte de las diferencias con la lista oficialista es que Posse considera que por el aporte que el radicalismo ha hecho a Cambiemos y ahora a Juntos por el Cambio, debería haber tenido un rol mucho más activo a nivel gobierno en las gestiones encabezadas por Macri y Vidal.
El radicalismo no tuvo lugar para aportar conocimiento político (que el Pro desconoce completamente), no tuvo lugar para que se considere su pensamiento ideológico en temas que definen el camino que toma una sociedad y mucho menos, el lugar que le correspondía en cuanto a cargos ejecutivos justamente, para representar si pensamiento.
El radicalismo no pide cargos por cargos en sí, sino por lo que le corresponde acorde al aporte que hace al espacio que forma. Este reclamo, no fue escuchado por el oficialismo actual de partido y por los planes de Vidal, seguramente serán menos escuchados aún en un nuevo mandato.
El espacio que presenta a Gustavo Posse como candidato a la presidencia está integrado por figuras como Federico Storani, Juan Manuel Casella y Martín Lousteau entre otros.

Ambos espacios coinciden con el rumbo de consolidación de Juntos por el Cambio, pero lo que está en juego en la interna de marzo es el rol de la Unión Cívica Radical dentro de la coalición y en la política bonaerense como partido centenario y con pasado protagónico.

Por Joaquín Gayone
Agencia País