Con docentes como los referentes de CTERA, el futuro de nuestros jóvenes y niños no es muy auspicioso. No hace falta aclarar que aunque aquellos docentes honestos y comprometidos hacen todos sus esfuerzos por enseñar de la mejor manera, aceptan callados y sin reacción lo que sus gremios disponen. Callar y aceptar es acompañar.
Durísimas e inobjetables palabras de Pablo Avelluto sobre la fotografía publicada por los propios gremialistas:
«Las imágenes tienen siempre un poder enorme. Frente a su elocuencia es poco lo que se puede agregar. La palabra de CTERA ha perdido todo valor y nos dice a gritos que se puede ir al velorio pero no se puede ir a trabajar. La reputación de un gremio que alguna vez fue conducido por el ejemplar Alfredo Bravo ha caído por el piso».
«Es una imagen curiosa, absurda, escandalosa, cruel, ridícula, patética. El lector puede elegir el adjetivo con el que mejor se identifique, todos caben en la foto. Después de haber acompañado y avalado la mayor catástrofe educativa de la que tengamos memoria, los jóvenes sindicalistas no se podían perder el velorio de Diego Maradona».
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