El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, despertó hoy en una celda británica al inicio de una batalla legal, probablemente larga, para evitar su extradición a los Estados Unidos, tras el dramático desenlace de su estadía de siete años en la embajada de Ecuador en Londres.
Horas después de que policías lo sacaran a la fuerza del edificio, el ciberactivista australiano, de 47 años, apareció ante un juez por haber violado su libertad bajo fianza en 2012 y para enfrentar un subsecuente pedido de extradición de Estados Unidos.
Luego de que Assange fuera arrestado dentro de la embajada y arrastrado a un camión policial, Estados Unidos develó finalmente una acusación contra él por piratería informática, en el marco de las actividades de su portal de revelación de secretos WikiLeaks.
El diario británico The Sun informó hoy que Assange permanece detenido en la prisión de Wandsworth, en el sur de Londres, donde pasó nueve días en 2010 mientras se investigaban acusaciones de delitos sexuales contra él en Suecia que ya han prescrito.