Expertos de la ONU recomendaron hoy al estado argentino «poner fin al excesivo control policial de los vendedores ambulantes de ascendencia africana» y que se adopten medidas contra «la estigmatización de la negritud» para garantizar «niveles de vida adecuados» para los afrodescendientes.

Además, pidieron «efectiva representación de los afroargentinos y afrodescendientes» en los cargos públicos y que se reconozca «la contribución histórica» de este grupo «a la independencia, cultura, sociedad y economía argentinas».

Estas sugerencias forman parte de la Declaración a los medios dada a conocer hoy por tres de los integrantes del Grupo de Trabajo de Expertos de las Naciones Unidas sobre Afrodescendientes, como informe preliminar de la visita oficial realizada al país entre el 11 y el 18 de marzo por invitación del Gobierno.

La delegación integrada por el polaco Sabelo Gumedze, el sudafricano Michael Balcezark y el filipino Ricardo Sunga, elogió -por otra parte- las iniciativas del gobierno argentino para combatir el racismo, la organización del Primer Congreso Nacional de Afrodescendientes que se realizará en octubre, la creación un Programa Nacional y el plan de acción por el Decenio Internacional (2015-2024).

“Además vemos con beneplácito el compromiso del gobierno para incluir la variable sobre afrodescendientes en el cuestionario general del Censo 2020”, aseguró Balcerzak.

Durante su visita, la delegación estuvo en Buenos Aires, Santiago del Estero y Santa Fe, donde se reunió con representantes del gobierno y del Estado, instituciones nacionales, afrodescendientes y sociedad civil para recabar información sobre la situación de las personas de ascendencia africana en el país.

«Al grupo le inquieta la situación de los derechos humanos de los afrodescendientes en la Argentina; en especial la invisibilidad de larga data y la persistente discriminación estructural», se expresó en un documento.

Durante su recorrida, el equipo tomó nota de «una subestimación de la población real de afroargentinos» así como de la «connotación negativa» que sigue teniendo la palabra «negro o negra».

«Los afrodescendientes en Argentina no gozan del pleno disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales: la discriminación racial estructural les impide disfrutar de los niveles internacionales mínimos para el desarrollo», dijeron.