Unas 450 cooperativas de trabajo que estuvieron alineadas a la organización Tupac Amaru, que comandaba la ahora detenida dirigente Milagro Sala, prestan servicios al gobierno de Jujuy, que desde el 2016 encaró un proceso para regularizar la situación de muchas de ellas, hoy bancarizadas, lo que las aleja de prácticas clientelistas.

Al igual que en sus comienzos, la mayoría se concentra en la capital, San Salvador de Jujuy, Palpalá y San Pedro, los municipios donde las cooperativas enroladas en la agrupación que dirigía Sala «hicieron pie», señalaron fuentes del gobierno provincial.

«El primer paso y muy importante que hemos logrado dar es el programa de regularización y bancarización en cuanto al manejo de fondos, y para recuperar la parte operativa de gran parte de ellas», señaló a Télam el fiscal de Estado de Jujuy, Mariano Miranda.