Según los especialistas, incluso las segundas o terceras marcas también cayeron y debieron reinventarse.
La retracción del consumo de productos masivos a lo largo de 2018, que también afectó a las segundas y terceras marcas, cambió los hábitos de los consumidores argentinos y obligó a los distintos canales de comercialización a reacomodar sus estrategias de venta.
«Ante una caída generalizada del consumo, segundas y terceras marcas también cayeron, menos que las primeras pero sintieron el impacto de un año difícil ya que no hubo sustitución generalizada salvo algunas categorías», explicó el especialista en comercio minorista Damián Di Pace.
De acuerdo a la Confederacion Argentina de la Mediana Emrpesa (CAME), las ventas minoristas registraron caídas todos los meses del año, en diciembre las cantidades vendidas por los comercios minoristas bajaron 9,9% frente a igual mes del 2017, y acumularon una retracción anual de 6,9%.