El ministro del Interior evaluó que se pueden advertir “algunas señales, algunos datos de los que uno se puede agarrar para intentar ser un poco más optimista” sobre el futuro económico de la Argentina pero señaló que “hay que ser muy cauto con respecto de las proyecciones” porque “estamos pasando un momento difícil”.

Al describir esas señales, el ministro indicó que “el campo, que siempre es vital para la economía argentina y que no nos pudo acompañar por haber sufrido la peor sequía de los últimos 50 años, este año con la cosecha fina y el año que viene con la cosecha gruesa va a ser un impulso muy importante para la economía, para el balance de pagos”.

Además, “vamos a tener un buen desempeño del turismo este verano”, aseguró.

Y, por otra parte “otros componentes de la demanda como el gasto público, no va a ser determinante porque nos hemos comprometido con un acuerdo de gobernabilidad a tener por primera vez en mucho años un presupuesto equilibrado, con todo lo que eso significa para la Argentina y su futuro, para ir disminuyendo el déficit financiero”, dijo.

En un seminario financiero de la revista Bank Magazine que compartió en la Bolsa de Comercio con el senador nacional del peronismo Miguel Angel Pichetto, el ministro Frigerio destacó “el esfuerzo que estamos haciendo para disminuir la inflación y con ello, aumentar el poder de compra del salario, que va a impactar en la demanda agregada por el lado del consumo, lo cual es muy importante para salir de la recesión”.

Reconoció que “la Argentina está pasando un momento difícil, lo muestran los números todos los días” y que “estamos en una etapa recesiva”, producto del impacto de “un shock externo fuerte que recibimos en abril pasado, quizás un poco subestimado aquí, pero que fue muy negativo”.

“Nos agarró a nosotros peor parados que al resto de los países de la región, porque la Argentina es un país vulnerable, y tenemos que hacer grandes esfuerzos de aquí en más para ir disminuyendo esa vulnerabilidad”, diagnosticó.

Frigerio señaló que “la política monetaria y fiscal mucho más restrictiva” que se aplicó desde ese momento, “mayor que la de los primeros dos años y medio de gestión”, constituye “una suerte de torniquete muy fuerte que trata de evitar que la Argentina se desangre”.

Para el ministro, “el secreto pasa por tener la muñeca, y en esto el Banco Central es muy vital y clave, para ir aflojando ese torniquete con cuidado, intentando no perder la vida, y que nuestro cuerpo, nuestra economía no se desangre, pero también si lo desajustamos muy lento a ese torniquete probablemente perdamos una parte del cuerpo”.

Dijo que con ello se refería “a muchas pymes que están sufriendo esta situación, porque tienen menos espaldas para soportar esta situación de tasas de interés altas, por ejemplo, pero estamos trabajando para dejar definitivamente atrás la crisis, para fortalecer y disminuir las vulnerabilidades de nuestra economía”.

Frigerio señaló que “estos problemas se han venido incubando desde hace mucho años”, y que ahora es necesario “avanzar en una agenda de reformas que han quedado pendientes, muchas cosas hemos podido resolver de lo que heredamos, muchas otras no”.