La ministra de Desarrollo Social dijo que «hay que trabajar en un montón de situaciones en un país que agonizaba» al hacer referencia a los datos de pobreza difundidos por la Universidad Católica Argentina (UCA).
Las cifras de la UCA indican que la cantidad de personas bajo esa condición social alcanzó al 32,9 de la población durante la actual gestión en base a datos recopilados hasta el tercer trimestre del 2016.
«Hay que trabajar en un montón de situaciones en un país que estaba agonizando, descontrolado, sin nunca perder el objetivo que el Presidente (Mauricio Macri) tiene y sostiene de reducir la pobreza», definió Carolina Stanley, para quien la cantidad de personas pobres son algo que «duele» pero que el Gobierno va a «revertir».
«No hay que mirar culpables. Sin dudas somos todos, los gobiernos anteriores… Tantos años de negar, de exclusión. No hay que buscar responsables sino políticas públicas que permitan salir del 32 por ciento de pobreza, que son familias y familias, y chicos y jóvenes en una situación muy vulnerable», señaló en entrevistas publicadas este viernes por los diarios La Nación y Clarín.
«No se van a revertir de un día para el otro pero lo primero es visibilizar una situación que había sido negada», apuntó.
En el mismo sentido, dijo que, al momento de asumir el gobierno de Cambiemos, «el país estaba en una situación de agonía compleja. Hoy está controlada la inflación y hemos podido revertir situaciones económicas y no económicas que eran muy complejas, con una enorme cantidad de medidas sociales. Frenar la inflación era fundamental, porque a quien más afecta es a la gente de menos recursos».
En particular, al aludir al sector más afectado -que según la UCA fue el infantil- la ministra explicó que «históricamente los que más sufren son los niños y las niñas. Por eso nuestro trabajo tiene que ver con con la niñez y la primera infancia para igualar oportunidades. La salida es la educación y para que sea educado debe desarrollar sus capacidades, alimentarse».
Asimismo, Stanley consideró que «la inflación es el peor impuesto a los pobres» y que «es necesario trabajar no solo en los ingresos, sino también en hábitat, educación y vivienda. Una respuesta fue sancionar la ley de emergencia social en el Congreso», apuntó y citó también «el programa empleo joven».
También negó que el Gobierno se haya equivocado al hablar de Pobreza Cero porque «es un camino y un proceso de integración» y afirmó que la «salida no será por derrame sino por la realización de obras y una mejor calidad educativa».