Cuando el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos reanudó la difusión de las cifras sobre pobreza e indigencia, luego de tres años sin contar con datos oficiales sobre el tema, informó que el 32,2% de la población económicamente activa se encontraba por debajo de ese nivel. La UCA constató hoy que la tasa de pobreza es del 32,9%.
El Indec reanudó la difusión de las cifras sobre pobreza e indigencia el 28 de setiembre de 2016, luego de tres años sin contar con datos oficiales sobre el tema. En forma paralela, la Universidad Católica Argentina -que en su informe aclara que por cuestiones metodológicas no pretentende suplir las estadísticas oficiales- realizó un informe que abarca el mismo período, del que resultan cifras.
Uno de cada tres habitantes en Argentina es pobre, y el 6,3 por ciento de la población es indigente, informó el Indec en setiembre del año pasado.
La UCA, en su informe titulado «Pobreza y desigualdad por ingresos en la Argentina urbana 2010-2016», detalló que «la tasa de pobreza ascendió de 29 por ciento a fines de 2015 a 32,9 en el tercer trimestre de 2016, lo cual significaría un aumento de 1,5 millones de nuevos pobres (cerca de 13 millones de personas por debajo de la línea de pobreza). Estos niveles serían los más altos de los registrados desde 2010 a la fecha».
En tanto, ubica la indigencia en el 6,9 por ciento y aclara que estos porcentajes son «significativamente superiores» entre la población en hogares perceptores de programas de transferencias por fuera del sistema contributivo».
La última medición sobre pobreza e indigencia, realizada sobre la segunda mitad de 2013 durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, mostraba que en el país había solo 4,7 por ciento de pobres y 1,4 por ciento.
En tanto, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina indica que durante el período del Bicentenario «los indicadores laborales muestran la persistencia de la pobreza y desigualdades estructurales» y que «todavía se está lejos de garantizar los derechos mínimos de inclusión social para una parte importante de la sociedad».