El intendente de San Martín aclaró que el peronismo necesita «ampliar la base para recuperar esa sensibilidad que permite conectar con los problemas de la gente».

«No tengo dudas que Randazzo va a ser parte de la discusión, tuvimos reuniones con él y se lo ve como un dirigente absolutamente comprometido», resaltó el intendente de San Martín, uno de los referentes del grupo «Esmeralda», y de los primeros en impulsar la candidatura del ex ministro de Interior y Transporte en nombre de la «renovación» del PJ.

«El peronismo tiene que ampliar la base, hablarle a muchos sectores que nosotros dejamos de hacerlo. Esa es la mirada que hoy, los que estamos de este lado, compartimos con Randazzo. Es por eso que a nosotros nos parece que sería un gran candidato», sentenció uno de los referentes del gurpo Esmeralda, que nuclea además los jefes comunales de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; Juan Zabaleta (Hurlignham), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan Pablo de Jesús (La Costa) y Eduardo Bucca (Bolivar), entre otros.

«El FPV tiene que ganar normalidad y, de ser necesario, poder generar unas PASO importantes que permitan ampliar la discusión», detalló el hombre de San Martín a Télam.

Para ello son conscientes que necesitan «reglas de juego claras y un gran acuerdo de unidad, que no significa lista única, sino que garantice unas PASO que nos permita proyectarnos, ver cómo vamos para adelante conectando con los sindicatos, el campo y los sectores medios de la sociedad», explicó Katopodis, quien aclaró que «el 30% de 2015 esta vez no nos alcanza».

«La base que tenemos ya está, la tenemos, no la discute nadie. Ahora hay que salir a conquistar lo que nos falta. Hay que volver a enamorar al electorado con una propuesta integradora que tenga en cuenta lo problemas de la gente. Esa es la mirada que compartimos un grupo grande de dirigentes con Florencio. Queremos debatir y poner en discusión cuál tiene que ser el futuro del peronismo», dijo Katopodis en su diálogo con Télam.

Randazzo, sin haber salido a jugar a fondo, ya cosecha el apoyo explícito de sectores sindicales, del campo, de organizaciones sociales como el «Movimiento Evita» y de legisladores como Abal Medina y Julián Domínguez, que ya se pronunciaron públicamente por él.

Además, este armado permitiría contener quizás a otros referentes del partido, actualmente enfrentados con La Cámpora, como Diego Bossio, quien hoy se debate entre irse o quedarse dentro del PJ.

Es que, tras su alejamiento del kirchnerismoo duro, quien supo ser titular del Anses durante la gestión de la ex presidenta Cristina Kirchner, armó un bloque propio en la Cámara de Diputados que, en total, integran 17 legisladores (ocho de los cuales, incluído el propio Bossio, este año deben dejar sus bancas).

Según informaron fuentes del espacio a Télam, hay abiertas conversaciones entre Bossio y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, «no para dar el salto, sino para armar un frente».

Como la liturgia peronista dice que el que gana «conduce» y el que pierde «acompaña», los más avezados creen que si Randazzo gana las PASO, como esperan, les garantizaría la renovación que tanto buscan.

La gran incógnita sigue siendo quién sería el candidato con el que Randazzo mediría fuerzas en las PASO.

El espacio, está claro, enfrentaría al kirchnerismo duro y a los «pibes de la Cámpora», que aún no se resignan a prescindir de Cristina como candidata.

Pero, la difícil situación judicial que enfrenta la ex presidenta, por un lado, y el hecho de que concentra un porcentaje de imagen negativa mayor al de intención de voto, obliga a pensar en un plan «B» que permita a la Cámpora «salir a sostener los trapos sin jugar a la Dama».

Uno que avisó que quiere jugar es el ex candidato a presidente Daniel Scioli, quién en su momento dio sobradas muestras de lealtad hacia Cristina y que en el armado «renovador» ya advirtieron que el ex motonauta no tendría «cabida porque representa lo viejo».

Algunos señalan que, de no ser Cristina, Scioli podría concentrar a la Cámpora, el kirhcnerismo duro y el sabbatellismo.

Hay que tener en cuenta que ultrakirchneristas como Diana Conti, Juliana Di Tullio, Edgardo De Petri y Héctor Recalde (actual jefe de bancada) son algunos de los diputados nacionales que este año terminan su mandato y deberían competir en las legislativas de octubre para poder renovarlas, si antes no se llega a una lista de unidad.

En ese caso, Cristina debería darle su bendición al candidato (en este caso Randazzo) a cambio de negociar algunos peldaños para los suyos en las listas.

Sin embargo, después del cortocircuito que generó la presencia de Máximo Kirchner en el encuentro de San Vicente, donde llegó invitado por el jefe del PJ Bonaerense, Fernando Espinoza, a espaldas del resto de los dirigentes, dejó prácticamente sin chances esta jugada.

«La idea de Cristina candidata o de lista única sería serle funcional a Macri, que quiere poner de nuevo en discusión los bolsos de López», explicaron a Télam dirigentes del PJ bonarense.

«Queremos tener una gran PASO en la que jueguen todos los candidatos que quieran para legitimar poder y ampliar la base», sentenció categórico Katopodis.

Por Jorgelina Vidal para Télam