Las organizaciones sindicales confederadas en la CGT se movilizarán masivamente este martes hacia el Ministerio de Producción con consignas como el rechazo a la política económica, las suspensiones y los despidos y la defensa del empleo y la industria.
A excepción de los casi cincuenta sindicatos agrupados en el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) que conducen el taxista Omar Viviani y el ferroviario Sergio Sasia, y los más de 70 que integran las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas de Gerónimo Venegas, los trabajadores agrupados en las entidades de la central obrera, de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) y de ambas CTA -además de los movimientos sociales- participarán en la protesta en demanda de «urgentes cambios» económicos y políticos.
Entre otros espacios sindicales, se sumaron a la marcha las diecisiete organizaciones que integran la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA), que lidera el triunviro cegetista Juan Carlos Schmid; las más de veinte de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), conducida por el mismo dirigente, y la casi totalidad de los poderosos gremios industriales.
Los gremios agrupados en la estratégica CATT ratificaron su presencia luego de las deliberaciones del viernes último de su consejo directivo -comando por el propio Schmid junto al ferroviario Omar Maturano- en la sede de ese sindicato, en Hipólito Yrigoyen al 1.800, ocasión en la cual reclamaron al líder de la CGT que el martes próximo suba al escenario sólo la conducción de la central obrera mayoritaria.
«En el palco deben estar sólo los integrantes del consejo directivo de la CGT, porque la central obrera fue la promotora de la convocatoria», señalaron a Télam fuentes de esos gremios que, además, ratificaron el funcionamiento de los medios de transporte como en «un día normal» para garantizar el traslado.
Los sindicatos de la CATT se concentrarán en Piedras y Avenida Independencia desde las 13 del martes y mañana aparecerán afiches alusivos del sector en la Ciudad de Buenos Aires.
Otro espacio que movilizará de forma masiva es la Corriente Federal que integran, entre otros gremios, bancarios, molineros, lecheros, pilotos de líneas aéreas, televisión, gráficos bonaerenses, empleados de farmacia y docentes privados.
La Asociación Bancaria (AB), que conduce Sergio Palazzo, comenzó hace varios días la pegatina de afiches convocando al acto «en defensa del empleo y el trabajo argentinos», entre otras demandas.
Los sindicatos del espacio MASA no participarán en la movida cegetista, y ratificarán los fundamentos de esa decisión en una solicitada que aparecerá mañana en dos diarios nacionales.
Ese núclo gremial de más de cincuenta organizaciones -entre ellas taxistas, ferroviarios, lucifuercistas, legislativos, petroleros y gasistas privados, mecánicos y telefónicos- no participó tampoco en su momento en el Congreso Normalizador de la CGT; denunció la violación del Estatuto de la central obrera al impulsar un triunvirato de conducción y propuso como único jefe de la central a Sasia, reelecto hace días en la Unión Ferroviaria.
Los gremios de «las 62» de Venegas -ungido la semana anterior para un nuevo período al frente del histórico brazo político del sindicalismo peronista- denostaron las razones de la marcha y, como estaba previsto, decidieron no adherir a la protesta.
Venegas impulsó en su momento la impugnación del Congreso Normalizador de la CGT de Obras Sanitarias, entre otras cosas por «violatorio» del Estatuto de la central obrera, y ya adelantó que de no prosperar ese trámite administrativo sus huestes recurrirán a la vía judicial para que se convoque a otro encuentro reunificador que consagre «una verdadera unidad obrera».
«La CGT se convirtió en los Esteche, los D’Elía, los Boudou y otras yerbas y lastres del kirchnerismo que destruyó el país, las instituciones y el propio movimiento obrero», aseguró Venegas.
Tanto la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) del docente Hugo Yasky como su par Autónoma (CTAA) del estatal Pablo Micheli confirmaron hace ya tiempo la participación de sus gremios, aunque aguardan expectantes que el triunvirato cegetista anuncie de «una vez por todas» la fecha de «una gran huelga nacional» que procure frenar lo que denuncian como «un brutal ajuste contra los trabajadores».
No obstante la profunda división en el seno de la CTA Autónoma -que hace pocas semanas confirmó el inicio del proceso de reunificación con el otrora adversario Yasky-, el sector opuesto a Micheli que responde al visitador médico (AAPM) Ricardo Peidro deliberó el viernes último en su nueva sede de la calle Perón y confirmó la participación de los sindicatos que lo nutren, entre otros, médicos y profesionales de la salud y estatales nacionales.
También adhirieron a la movilización la mayoría de los partidos políticos -a excepción de los integrantes de la coalición oficialista Cambiemos- y organizaciones empresarias del comercio y la pequeña y mediana empresa (Pymes), según confirmaron ayer sus voceros.
La marcha hacia Producción promete ser masiva, pero una de las incógnitas es «la decisión o no de anunciar una gran huelga nacional», probablemente para el 30 de marzo próximo como un homenaje al paro de ese día de 1982, cuando lideraba la CGT Brasil el cervecero Saúl Ubaldini y la medida de fuerza concluyó en una brutal represión por parte de los militares que gobernaban el país.
Una preocupación central de la CGT es garantizar «el orden y la absoluta normalidad» ese día, luego del disgusto que generó en buena parte de los gremios confederados el anuncio de respaldo a la protesta de algunas organizaciones sociales y políticas que adscriben desde siempre al kirchnerismo.