El presidente de YPF, Miguel Angel Gutiérrez, reveló hoy que la petrolera con mayoría accionaria estatal piensa, para desarrollar los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta, atraer socios entre «empresas grandes que no han venido a la Argentina, como Gazprom (rusa), Statoil (noruega) y Conoco (con sede en Houston, Texas), y las compañías medianas americanas o canadienses que conocen el negocio del shale».
Gutiérrez destacó el cambio de reglas de juego para el sector, anunciadas ayer por el gobierno nacional, y sostuvo que a esas compañías extranjeras «la Argentina les podría despertar interés para desarrollar acá lo que tienen allá (en sus países)», en declaraciones al diario «La Nación» y a radio Mitre.
El titular de YPF confió además en poder «repetir en otras cuencas el abordaje integral» impulsado con las autoridades nacionales, provinciales y de los sindicatos.
Ese marco, detalló, incluye «la eliminación de retenciones a la exportación, un marco regulatorio, un Plan Gas a partir de la finalización del existente el 31 de diciembre de 2017, la convergencia del petróleo al precio de importación y el mercado liberado de los combustibles fósiles».
Las retenciones representan hasta ahora un 1% del precio del crudo hasta los u$s 71 por barril, pero la exención del impuesto cobrará más sentido si se supera ese nivel, como descuentan en el sector privado para los próximos años.
La alineación con los precios internacionales, en tanto, significa inicialmente una rebaja del valor del barril criollo, pero también implica que el monto a percibir por las petroleras ya no dependerá de decisiones políticas y será pleno ante una eventual suba (a solventar en el mercado interno por los consumidores de combustibles, dada la prevista eliminación de los subsidios estatales).
«En 2017 vamos a converger el import parity (la paridad de importación) con los precios del crudo y, como consecuencia, de los combustibles», dijo Gutiérrez.
El Plan Gas, que reconoce un valor de u$s 7,5 por millón de Btu (unidad térmica británica) fue extendido a su vez hasta 2019, si bien se establecerá un precio descendente hasta u$s 6,5, en coincidencia con la mayor oferta esperada.
El gobierno nacional, agregó Gutiérrez, «nos dió la pauta de que ésta es una industria que va a tener un entorno regulatorio y de competitividad a futuro».
El titular de YPF remarcó que «esta industria necesita previsibilidad: los montos de inversiones son importantes y tener marco regulatorio y un contexto laboral es importante en el proceso de decisión interna de las inversiones. Esto se puede trasladar hacia la nueva inversión que vamos a ir a buscar en el momento en que deban hacer un cheque para la Argentina».
Gutiérrez recordó que «Goldman Sachs (el banco de inversión de EE.UU.) y otros unen nuestra reserva argentina con las americanas y proyectan que para (los años) 2030 ó 2040 podrían abastecer, entre las dos, el 30% de la necesidad energética de gas y petróleo del mundo».
«Cambiaría totalmente la matriz, que ya está cambiando a nivel mundial, pero yo uso esto como ejemplo del potencial de Vaca Muerta, que va más allá de un gobierno: es un tema de 15 ó 20 años por delante de explotación de estos recursos», dijo el funcionario.
Evaluó luego que el yacimiento neuquino «tuvo un golpe inicial muy fuerte, en 2013 y 2014, sobretodo con la llegada de los socios de YPF, Chevron, Petronas, Dow».
«Como toda cosa nueva se aprendió: de pozos verticales pasamos a pozos horizontales en 2015, pero Vaca Muerta es hoy una realidad incipiente porque hay 693 pozos en total, donde YPF ha hecho el 90% (unos 590, con una inversión de más de u$s 7.000 millones), mientras Eagle Ford, en Estados Unidos, tiene hoy 17.500 pozos, y la idea es que en Vaca Muerta podamos hacer 17.000 pozos», avanzó Gutiérrez.
Confió luego en las nuevas condiciones, el marco regulatorio acorde y el trabajo de las operadoras «porque en la Argentina cambió la macroeconomía, fue un año de ajuste de precios relativos, pero ahora hay que mirar los costos internos, tenemos un alto costo de logística».
«No es lo mismo llevar la arena para fracking (fracturación hidráulica) en camión que si se restableciera el tren de Bahía Blanca; hay mucho trabajo por hacer de parte de las operadoras para reducir los costos de infraestructura», concluyó Gutiérrez.