La Legislatura bonaerense puede modificar su composición este año, con las elecciones legislativas de medio término, que significarán para el oficialismo una oportunidad de aumentar su representación y ganar mayor autonomía, ya que Cambiemos es, entre los bloques más numerosos, el que menos bancas pondrá en juego.
No obstante, aunque apuestan fuerte por ganar más bancas, las autoridades de Diputados y del Senado resaltan que el oficialismo provincial mantendrá su estrategia dialoguista con la oposición.
Las cámaras de Diputados y Senadores han sido escenario de negociaciones que María Eugenia Vidal debió habilitar para que las leyes que propuso pudieran avanzar. Fueron acuerdos con el Frente Renovador -que incluyó que uno de sus representantes, Jorge Sarghini, presidiera hasta diciembre la Cámara de Diputados provincial- y también, como en la aprobación de los presupuestos, con intendentes que movieron sus influencias en los distintos bloques del peronismo.
«El balance es muy positivo, fueron saliendo leyes históricas, consensuadas con el Frente Renovador y el peronismo, como la ley que limita las reelecciones y la de paridad de género», reflexionó Manuel Mosca, actual presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, en diálogo con Télam.
En Diputados, Cambiemos tiene un bloque de 28 legisladores, sobre un total de 92. En las elecciones de medio término, sólo nueve de los diputados oficialistas pondrán en juego sus escaños.
Para Mosca, el examen electoral de 2017 no modificará la estrategia política de Cambiemos. «Es importante el año electoral y tener una buena performance, pero estamos convencidos en construir consensos, que es el camino a seguir transitando. Nos dio buenos resultados el diálogo con sectores de la oposición constructiva del Frente Renovador y del GEN», afirmó el diputado.
El massismo arriesga mucho más que Cambiemos. La bancada bonaerense de Sergio Massa cuenta con 20 diputados, de los cuales 11 terminan su mandato en 2017.
El Frente para la Victoria también pone en juego más de siete de las 17 bancas que conforman el bloque, después de varias sangrías.
Mosca no consideró que la actitud de la oposición en la Cámara de Diputados bonaerense se vuelva obstructiva por la cercanía de las elecciones legislativas. Opinó que «desde la oposición y desde el oficialismo nos preocupan los vecinos», aunque también destacó que Cambiemos va a «duplicar la capacidad de diálogo, la humildad y la paciencia para seguir como hasta ahora».
El mapa de los restantes espacios de Diputados marca que el bloque FPV-PJ (espacio de Walter Abarca) renovará 8 de sus 13 bancas; Peronismo para la Victoria-FPV (bloque de Fernando «Chino» Navarro) renovará cuatro de seis lugares; GEN-Progresistas (que preside Marcelo Díaz) pondrá en juego sus cuatro bancas; Justicialismo Bonaerense (del giustozzista Mario Giacobbe) deberá revalidar una de las dos bancas que posee; mientras que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (Mónica Schlotthauer) y Peronismo Bonaerense (Mónica López) son monobloques que ponen en juego a su único diputado.
El vicegobernador Daniel Salvador, presidente del Senado bonaerense, dijo a Télam que el año legislativo en esa Cámara «fue importante» por la aprobación «de dos presupuestos con endeudamiento, las emergencias en seguridad, Servicio Penitenciario y temas administrativos, y el paso gigante de la ley que impide más de una reelección y la de paridad de género».
El Senado renovará 23 bancas, y allí Cambiemos también arriesga poco. El oficialismo tiene 16 senadores propios, de los cuales puede perder tres, que son los que cesan en su mandato.
Salvador aspira a que el oficialismo logre un buen resultado en los comicios legislativos. «Tenemos la expectativa de que haremos una muy buena elección, porque podremos exhibir una gestión que echó bases fundamentales, como un plan de obras públicas sin precedentes en los 135 distritos», aseguró a Télam.
«Los números en la Legislatura pueden cambiar, pero tenemos que mantener el diálogo y la búsqueda de consensos», añadió el vicegobernador.
El panorama para el Frente Renovador en el Senado provincial es complejo. Los massistas tienen el desafío de renovar 8 de sus nueve bancas. El bloque del Frente para la Victoria pone en juego dos de sus ocho senadurías.
Salvador admitió que «el tiempo electoral es particular», pero rescató que «hay una superación en los sectores políticos mayoritarios» que permitirá continuar la agenda legislativa del gobierno de Vidal.
Los restantes espacios opositores con los que lidiará Cambiemos tendrán apuestas diferentes en lo electoral. El bloque Peronista arriesgará sus seis bancas actuales, Justicialismo Bonaerense se juega sus dos senadores, y PJ-Néstor Kirchner y 8 de Enero renovarán su único escaño. La bancada Partido Justicialista no renueva ninguno de sus dos lugares en la Cámara de Senadores bonaerense.