El titular del Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner, buscará este año profundizar el diálogo «institucional» con la UCR hacia el 2015 y sumar a esas conversaciones al porteño UNEN, en pos de un armado nacional al que serán convocados también referentes de organizaciones sociales.

Con ese objetivo, Binner confirmó que se reunirá en Mar del Plata con el presidente del radicalismo, Ernesto Sanz, y aseguró que «está previsto» iniciar conversaciones con el flamante titular de UNEN, Fernando «Pino» Solanas, posiblemente a fin de mes en Cosquín, en una reunión a la que asistirán Luis Juez y Mario Negri.

En una entrevista con Télam, el santafesino dijo que la idea de los encuentros pasa por «sumar, escucharse y encariñarse con la posibilidad de construir ese armado nacional», pero se diferenció de los presidenciables radicales (Sanz y Julio Cobos) y de los de Unen (Solanas y Elisa Carrió), quienes ya se pronunciaron a favor de que las candidaturas se resuelvan en las PASO.

«Soy partidario de llegar a acuerdos, pero si esos acuerdos no existen, el método más válido es apelar a la opinión de la gente», aceptó, en alusión a las primarias abiertas y obligatorias.

Consultado sobre si prefería que el sistema permitiera alterar las fórmulas presidenciales luego de la votación, respondió: «La ley es la ley y hay que respetarla y cumplirla; debería analizarse muy bien una nueva modificación y además no es bueno estar en el cambio permanente», en materia de reglas electorales.

En este marco, reiteró que el FAP «no avanzará sobre acuerdos entre personas», sino que buscará «bases sólidas a través del diálogo institucional entre partidos y de programas de gobierno claramente progresistas».

En la entrevista, Binner se mostró entusiasmado con los resultados del cónclave que a fines de diciembre protagonizó en Rosario junto a Sanz; a la líder del GEN, Margarita Stolbizer; al cordobés Luis Juez y a dirigentes de la Coalición Cívica y de Libres del Sur.

De esa reunión salió un breve documento que expresó el compromiso de «construir una propuesta de gobierno junto con la sociedad civil» y de delinear programas para avanzar hacia un «Estado eficaz y transparente, capaz de conducir el proceso de desarrollo económico y social» del país.

Por otra parte, Binner minimizó la ausencia en ese encuentro del radical Cobos y argumentó: «El acuerdo deberá ser institucional y la decisión de estar allí la tiene que tomar la UCR».

«Nosotros no desplazamos a nadie, respetamos la construcción orgánica del partido, no en base a nombres, sino en base a su institucionalidad», completó.

En este contexto, el diputado entendió que tanto el socialismo como el radicalismo ya aprendieron «lo que no hay que hacer», tras el fracaso de la gestión de la Alianza de Fernando De la Rúa en el 2001 y puso como ejemplo el gobierno de Santa Fe, donde ambos partidos comparten la conducción de la provincia.

Para el líder del FAP, el encuentro de Rosario tuvo dos logros: por un lado, «empezar a generar confianza, amistad e integración» entre los potenciales socios para el 2015 y, por el otro, arrancar con la «siembra» de una construcción nacional mayor.

«Esa es la tarea que creemos que debe hacerse durante este 2014 y para eso los dirigentes tenemos que querernos un poco más», reflexionó el santafesino, quien reiteró su interés en que Unidad Popular, comandada por Víctor De Gennaro, vuelva a ser parte del FAP.

Además, Binner volvió a desacreditar al Frente Renovador (FR) de Sergio Massa al ironizar con que «hay muy poca renovación en esa mesa» de dirigentes y graficó: «(Carlos) Reutemann, (Mario) Das Neves, (Jorge) Busti, ya los conocemos a todos, no hay ninguna sorpresa».

«¿A qué le llaman renovador? Es más de lo mismo», dijo como respuesta cuando Télam le preguntó si el FR estaba excluido de las conversaciones que el FAP tiene previsto iniciar con otras fuerzas.

Evitó pronunciarse sobre la posible mudanza de radicales al frente de Massa y juzgó que «la UCR sabrá qué hacer con los representantes de su partido que tomen una decisión contraria al pensamiento institucional de la fuerza».

«Lo más importante es valorar la recuperación de los partidos políticos como hecho esencial de la renovación democrática», planteó y fijó entre sus prioridades «abrir espacios en las listas (electorales) a los referentes de los movimientos de la sociedad civil».

Opinó que los partidos políticos deben ser «generosos» con esos referentes de organizaciones y movimientos sociales que están «bien conceptuados en la opinión pública».