Mientras el kirchnerismo duro se reunía en Rosario convocado por Zannini, el diputado electo eligió ir a un evento de la revista Caras en Tigre, donde junto a su novia Jesica Cirio posó para los fotógrafos a las sonrisas con Sergio Massa y su mujer. La apuesta a futuro y el enojo con Scioli por el apoyo a Espinoza.

“Tenemos que aprender a discutir a los demás, no como si estuviéramos hablando dentro de la organización, sino abriéndonos a lo que piensan”, dijo esta tarde el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini en el segundo Congreso Federal de la Corriente de la Militancia que el kirchnerismo organizó en Rosario.

Y, según parece, el primero que tomó nota de esos dichos fue el electo primer diputado nacional del Frente para la Victoria e intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, que esta tarde se sacó una foto con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, mientras el kirchnerismo duro debatía en Santa Fe su futuro político.

El Congreso kirchnerista tuvo como participantes a, además de Zannini, el ministro de Defensa, Agustín Rossi; el de Trabajo, Carlos Tomada; el senador Daniel Filmus y el ex canciller y legislador porteño electo Jorge Taiana. Todos integrantes de la denominada Corriente de la Militancia.

Si bien Insaurralde no forma parte de ese nucleamiento más bien orientado a la izquierda del peronismo -si es que esto es posible-, el hombre que protagonizó la campaña oficialista no pudo ser más elocuente para marcar distancia. Eligió ir nada menos que hasta Tigre para participar de un evento social de la Revista Caras, en el que obviamente iba a estar el intendente, es decir el rival que lo derrotó en octubre.

Allí se dejó fotografiar junto su pareja, Jesica Cirio, en una estudiada puesta de escena al sol y con el delta de fondo, junto a Massa y su esposa Malena Galmarini. Todos sonrisas, jóvenes y saludables, proyectaron una imagen de cordialidad generacional, de aire libre, de buenos muchachos encantadores, que tanto suele sacar de quicio al kirchnerismo que hace del militante sacrificado un culto. Para completar el agravio, la imagen fue difundida como primicia en su cuenta de Twitter por el periodista Jorge Rial, que tiene millones de seguidores.

Un artilugio comunicacional al que Massa suele apelar para sus fotos más importantes, como hizo en el primer encuentro con Reutemann.

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La foto encierra múltiples mensajes y funciona a la perfección en ese estilo de comunicar de alto impacto y poco compromiso explícito que inauguró Daniel Scioli. Por un lado, viene a confirmar la molestia de Insuarralde con el gobernador, porque apoyó a Fernando Espinoza como presidente del PJ bonaerense.

Insaurralde cuendo comenzó a avanzar Espinoza, le dejó muy en claro a Scioli que encaramar al intendente de La Matanza en el PJ bonaerense desequilibraba la carrera para la gobernación por la que compiten. Hasta ese momento, Insaurralde entendía que tenía con Scioli un acuerdo para ser su candidato a gobernador en el 2015.

Aunque en rigor, el movimiento de Insaurralde podría encerrar un significado más profundo: La creciente autonomía de los líderes del peronismo respecto de los deseos y estrategias del núcleo duro del kichnerismo -Zannini y La Cámpora-, cuya propuesta política resultó rotundamente derrotada en las pasadas elecciones, como bien le hicieron saber los intendentes del Conurbano a Wado de Pedro y José Ottavis, tal como reveló LPO.

La ausencia de una nueva reelección de Cristina le pone un límite temporal muy preciso al ciclo kirchnerista y la consecuencia directa de esta realidad es que vuelve a discutirse el poder en el peronismo. Con Massa y Scioli como los dos principales polos de futuro que surgen hoy, en natural que los dirigentes con expectativa de futuro empiecen a jugar su propio juego en ese andarivel.

La semana arrancó fuerte con las pintadas de Miguel Pichetto proponiéndose como vice de Scioli. Ayer fue Das Neves quien se sumó a la ronda, recibiendo en Chubut a Massa. Hoy le tocó el turno al intendente de Lomas de Zamora.